Todo el mundo ha podido comprobar en estos últimos años que hay dos maneras muy distintas de gobernar: la de Pedro Sánchez, que ayuda a las familias, genera empleo y hace crecer la economía y la del Partido Popular de Feijóo, que le toca la cartera a los ciudadanos a base de subidas de impuestos y tasas en las instituciones en las que administra las arcas públicas. Está pasando en nuestra provincia y también en la capital, donde la subida del IBI superará los 100 euros de media para cada familia, a falta de que la alcaldesa anuncie también lo que encarecerá la factura del agua.
La comparativa es muy esclarecedora. Frente a las medidas aprobadas por el presidente socialista, como es el caso de la bajada del IVA de los alimentos y de la energía, la bonificación del transporte, la subida de las pensiones y del salario mínimo, por citar solo algunos ejemplos, el Partido Popular, -que además se ha opuesto a todo eso- va de sablazo en sablazo en nuestra provincia. Una gran mayoría de vecinos y vecinas lo van a sufrir en primera persona con la subida del 33% del recibo del agua que gestiona la Diputación en el Levante y el Almanzora o con el fuerte incremento del 30% aprobado en la factura de la recogida de la basura en cincuenta municipios de las comarcas del Almanzora, Levante y Los Vélez.
En ambos casos, una gestión absolutamente lamentable por parte de los responsables del Partido Popular provoca esta enorme subida que terminan pagando los usuarios. En el primero de ellos, por no realizar las obras necesarias para reparar las fugas de las conducciones de abastecimiento de agua ni exigírselas tampoco al Gobierno andaluz; y, en el otro, por no modernizar la gestión que se realiza de los residuos, vulnerando de esa manera la normativa y pasándoles la factura de esos incumplimientos a los vecinos.
A todo este abuso hay que añadir la subida que ha aprobado Moreno Bonilla de los precios de todos los servicios escolares o del comedor en los centros de participación activa de personas mayores, demostrando su nula sensibilidad con los más vulnerables. Esto ha sucedido a la vez que bajaba sin pudor los impuestos a las grandes fortunas en Andalucía, lo que ha supuesto dejar de invertir 1.170 millones de euros en servicios públicos.
Las almerienses salen muy perjudicados de esta concatenación de subidas de impuestos, precios y tasas en las que el Partido Popular no parece tener freno, sino más bien todo lo contrario debido a la incapacidad y a la pésima gestión que están realizando sus dirigentes al frente de la Junta, la Diputación, los consorcios o los ayuntamientos. Mismo modus operandi, mismos resultados.
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