El IECA ha recopilado decenas de datos de las ocho provincias andaluzas con indicadores relativos a población, mercado laboral, actividad económica, formación educativa, protección social, espacios naturales protegidos, actividad industrial, espacios culturales o superficie agrícola. Y para saber cómo hemos cambiado, este departamento compara esos indicadores, muchos de ellos referidos al año en que llegó la autonomía, con los últimos disponibles.
En algunos casos, las comparaciones son más recientes ya que, por ejemplo, en los años 80 aún ni siquiera se había planteado una Ley de la Dependencia o habían despuntado las energías renovables. El IECA sitúa el dato más antiguo disponible y el más actual.
Entrando de lleno en el informe ‘Andalucía y Provincias… ¿Cómo hemos cambiado?’, Almería destaca en todo el territorio andaluz por la contribución de su sector primario, la agricultura, fundamentalmente, a que seamos la provincia con un mayor Producto Interior Bruto (PIB) per cápita. Es decir, cuánto produce cada almeriense al año. El dato relativo al año 2022 apunta a 25.046 euros por cada habitante frente a los 21.291 euros de hace 16 años, en 2008. Almería supera ampliamente la media andaluza, que no llega ni a los 24.000 euros.
Exportamos mucho. Entre ambos periodos, la provincia ha visto elevar su PIB en 4.500 millones de euros más, llegando hasta los 16.643 millones. Junto a ello, la balanza comercial (la diferencia entre las importaciones y las exportaciones) arroja un dato esclarecedor. Frente a los apenas 170 millones de ‘superávit’ de lo que exportábamos en 1990 a los más de 1.000 millones del año pasado. Como es evidente, el peso del sector agrícola tiene una clara influencia, con una producción el año pasado de casi cuatro millones de toneladas.
El despunte de la economía almeriense, con un salario medio anual de casi 17.000 euros frente a los poco más de 9.500 euros a finales del siglo pasado, ha atraído mucha mano de obra extranjera. Avala esta información el dato de personas de otras nacionalidades asentadas en la provincia. En 1991 apenas estaban censados 346 ciudadanos de Marruecos. ¿Cuántos había el año pasado, en 2023? Un total de 65.195. Cuatro de cada 10 extranjeros residentes en Almería procede del reino alauita. Le siguen los rumanos (13,6%) y los británicos (9,7 por ciento).
Población joven. Este dato contribuye también a que Almería sea una provincia con mucha población de mediana edad. En concreto, la edad media está en los 40 años en el caso de los hombres y en 42 las mujeres. Cuando se aprobó en referéndum la autonomía esa media era de 31 y 33 años, respectivamente.
En los últimos 44 años, la esperanza de vida al nacer también ha crecido exponencialmente, pasando de 72,4 años en la población masculina a 78,5. Las mujeres han agrandado la distancia con los hombres en la provincia. En 1980 su esperanza de vida era hasta los 77,5 años y ahora llega hasta los 84. Y en el caso de las almerienses, frente a una media de tres partos a principios de los 80, ahora la cifra se reduce a la mitad (1,5 hijos por cada mujer).
Menos bodas. El informe del IECA apunta a una caída en picado de nacimientos y bodas. Se ha reducido a la mitad el número de partos por cada 1.000 habitantes (ahora es de 9,2) y el de enlaces matrimoniales. Por cada 1.000 almerienses hubo apenas 3 bodas en el último año con datos oficiales, el 2022.
Siguiendo con parámetros de población, el informe ‘Andalucía y Provincias… ¿Cómo hemos cambiado?’ apunta a un crecimiento de la población mayor de 65 años en Almería. Al nacer la autonomía andaluza, representaban al 10 por ciento de la población y ahora se acercan al 16 por ciento.
Las pensiones. En el año de la victoria socialista en la comunidad y a nivel nacional, en 1982, los 52.548 pensionistas almerienses apenas recibían una paga media de 109 euros (entonces eran poco más de 18.000 pesetas). Ahora hay 114.081 pensionistas en la provincia, con una nómina mensual media de 1.020 euros.
Esas pensiones son abonadas, en parte, con las cotizaciones a la Seguridad Social de miles de trabajadores. Hace 30 años había 133.000 afiliados y ahora se contabilizan 316.443. Han subido los del Régimen General y autónomos (las pymes son una quinta parte de los cotizantes) y bajado en dos puntos (17,2 por ciento) los adscritos al régimen agrario por cuenta ajena.
Universitarios. El informe hecho público por el IECA revela que el número de personas con estudios universitarios en la provincia de Almería se ha multiplicado por 10 desde el año 1980, cuando se aprobó en referéndum la autonomía andaluza. En concreto, frente a los 13.659 almerienses con estudios superiores en 1980, el año pasado esa cifra alcanzó los 134.607.
Del mismo modo, frente a los 119.277 residentes en la provincia que había hace 44 años, ahora esa cifra se ha rebajado a los 76.748. Y todo ello teniendo en cuenta que el censo de la población se ha incrementado en 354.000 personas en ese periodo. Prácticamente la mitad de los almerienses tiene al menos estudios secundarios, 10 veces más que en 1980.
Espacios naturales. Las declaraciones de parque nacional y natural en la provincia de Almería tienen su reflejo en el informe ‘¿Cómo hemos cambiado?’, dado a conocer por la Junta. Así las cosas, frente a las 60.149 hectáreas protegidas por la legislación nacional o autonómica en el territorio almeriense hace 44 años, ahora se acercan a las 1.800.000 que había contabilizadas hasta 2022. O, lo que es lo mismo, ya hay más de un 20 por ciento del territorio almeriense protegido.
De otro lado, la superficie agrícola ecológica también ha experimentado un claro aumento en las últimas décadas, pasando de 32.646 hectáreas a 78.651. En Almería hay más de 220.000 hectáreas de suelo agrícola, un 25 por ciento del total del suelo.
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