Amador Mohedano, hermano de Rocío Jurado, no vive los mejores momentos de su vida. Hace unos días se supo que la Agencia Tributaria le ha requerido para que proceda al abono de una deuda que mantiene con Hacienda de 247.000 euros. Ya ha tenido una primera entrevista con el inspector que lleva el caso y en los próximos días tendrán una nueva reunión, si bien la solución no parece sencilla si la familia no decide ayudarle, algo que ahora no ha sido posible. Amador está muy preocupado porque cada día que pasa la deuda principal se ve incrementada con los intereses de demora. Por lo pronto, Hacienda le tiene embargada su propiedad en Chipiona, que comparte con su hermana Gloria, y que heredaron de Rocío. La finca se le conoce con el nombre histórico de "El Naranjo", pero Amador, con el fin de sacarle algo de provecho, la ha rebautizado como "La Más Grande".
Pero al problema que tiene con Hacienda, Amador Mohedano ha sumado otro. El icónico Mercedes que le regaló su sobrina Rocío Carrasco, que era propiedad de su madre, se ha visto "de paseo" por Chipiona arrastrado por una grúa. En un principio se pensó que Hacienda también había procedido a embargar el vehículo, pero Amador Mohedano ha querido desvelar el motivo por el que el Mercedes ha sido arrastrado por la grúa.
Amador Mohedano / Telecinco |
Según el hermano de La Más Grande, la grúa en cuestión es de un taller de un conocido. Lo llamó para que se llevara el coche porque observó que las ratas se estaban comiendo los cables del motor. "El coche sigue en el taller", ha manifestado el ex mánager de Rocío Jurado al youtuber Juanjo. Amador Mohedano ha dado a entender que el coche tiene un valor sentimental muy importante, pero no sabe qué hacer con él, pues "ni siquiera tengo carnet desde hace dos años y medio". Amador Mohedano no ha querido aclarar si el coche se lo han llevado para repararlo o definitivamente se ha desprendido de él.
El youtuber le ha preguntando a Amador si el coche que perteneció a su hermana fue un regalo de su sobrina Rocío Carrasco, heredera universal de su madre y, por tanto, propietaria del vehículo tras fallecer aquélla. "A mí me lo regaló mi cuñado José Ortega Cano", ha sido su respuesta. La realidad es que la cesión del vehículo fue de quien era su legítima propietaria, Rocío Carrasco, pero Amador ni siquiera quiere reconocer un detalle tan sencillo de su sobrina. Ortega Cano no podía regalar un coche que no era suyo, sino de Rocío Jurado.
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