El presunto hermano almeriense de Anabel Pantoja

Emilio Ruiz

@opinionalmeria 

La popular televisiva e influencer Anabel Pantoja, nacida en Sevilla el 15 de julio de 1986, siempre se ha criado como la única hija tanto de Bernardo Pantoja Martín (fallecido en 2022), hermano de Isabel Pantoja, cono de quien ha sido su mujer durante muchos, Mercedes Bernal, Merchi. La pareja contrajo matrimonio el mismo año del nacimiento de su vástago, pero su estabilidad no fue muy duradera. A Merchi, funcionaria de la Diputación de Sevilla, nunca se le ha reconocido alguna pareja posterior. Los últimos años de la vida de Bernardo los compartió en pareja con Junko, una japonesa enamorada del flamenco que se prendó de Sevilla y ahí se quedó a vivir para siempre. Los Pantoja nunca han sentido simpatía por esta pareja.

Luis Manuel Vicente Rico siempre se ha considerado hijo de Bernardo Pantoja, pero ahora desea un reconocimiento legal / Telecinco

La existencia de un hermano de Anabel, hijo de su padre, ha sido un tema recurrente para la prensa rosa. La influencer lo ha negado por activa y por pasiva. Pero la larga enfermedad y posterior muerte de su padre han puesto al descubierto la presencia de un joven que se veía con frecuencia junto a él y al que cuidaba como cualquier hijo cuida a su padre. Ese joven era, y es, Luis Manuel Vicente Rico, conocido entre su grupo de amigos como Pinocho. Tras el fallecimiento de Bernardo, el joven se declara abiertamente hijo de Bernardo Pantoja y hermano, en consecuencia, de Anabel, así como sobrino de Isabel Pantoja.

Su madre nunca se lo ha confesado, “pero tampoco me lo ha negado”

Temor al Clan Pantoja. Si tan buenas eran las relaciones entre padre e hijo, ¿por qué nunca ha reconocido Bernardo Pantoja a Luis como hijo suyo? Según éste, por temor al Clan Pantoja. Pero, para él, la relación filial es inequívoca, porque así se lo confesó el propio Bernardo en vida y porque unas pruebas de ADN que obran en su poder lo ratifican. Su madre nunca se lo ha confesado, “pero tampoco me lo ha negado”. "Un día, comiendo con Bernardo, mientras él se fue al lavabo yo cogí su servilleta y su vaso. Lo llevé a un laboratorio y confirmaron que era mi padre biológico", ha manifestado. 

Luis Manuel Vicente ha dado ahora el paso que nunca pensaba dar: ser reconocido oficialmente como hijo de Bernardo Pantoja y, en caso de conseguir su propósito, ostentar con orgullo el popular apellido de su padre. Para conseguirlo ha buscado el asesoramiento del abogado Fernando Osuna, especialista en conseguir filiaciones casi imposibles.

Bernardo y la madre de Pinocho formaban parte de la misma pandilla del barrio de Triana, donde vivían, concretamente en la zona conocida como El Tardón

Según se detalla en la demanda presentada en los juzgados de Primera Instancia de Sevilla, conocida por la revista Semana, Bernardo y la madre de Pinocho formaban parte de la misma pandilla del barrio de Triana, donde vivían, concretamente en la zona conocida como El Tardón. “El paso del tiempo hacía su trabajo –expone el abogado Osuna- y aquellos inocentes niños pasaron de los juegos infantiles a los primeros suspiros de adolescentes”. Los padres de Pinocho “comenzaban a descubrir la vida adulta y decidieron dar un paso más en su amistad, de manera intermitente en un principio, para luego mantener una relación más prolongada en el tiempo”. 

Pinocho viene al mundo en Almería. En un impasse de la relación, la joven conoció en Sevilla a otro joven, almeriense, con el que contrajo matrimonio en 1977. Fruto de esta unión vino al mundo una niña nacida en 1978. El matrimonio y la pequeña trasladaron su residencia a Almería, donde él tenía su trabajo. La joven “no se adapta a la vida fuera de la ciudad que le vio nacer y abandona la capital almeriense en numerosas ocasiones para tener contacto con su familia. Poco a poco esas escapadas van abriendo brecha en el matrimonio a la vez que retoma la amistad con Bernardo que le sirve como paño de lágrimas de la difícil situación que vive lejos de los suyos. Las visitas a Sevilla  cada vez son más continuas y de más duración, llegando a pasar meses el matrimonio separado”, él en Almería y ella en Sevilla con la pequeña.

Luis Manuel Vicente Rico fue inscrito en el Registro Civil de Almería como hijo del matrimonio, aunque ya desde hacía tiempo la pareja hacía vidas separadas

El matrimonio estaba roto, pero no oficialmente por protección de la niña. Los viajes de la sevillana a Almería y del almeriense a Sevilla eran frecuentes para disfrutar de la pequeña que la pareja tenía en común. En uno de esos viajes a Almería, ella comunicó a quien era todavía su marido que estaba embarazada. El 15 de mayo de 1984 (dos años antes del matrimonio de Bernardo Pantoja y del nacimiento de Anabel) vino al mundo en Almería Luis Manuel Vicente Rico, que “es inscrito en el Registro como hijo del matrimonio, aunque ya desde hacía tiempo la pareja hacía vidas separadas. La inscripción pudo llevarse a cabo por la presunción de paternidad matrimonial”. O sea, que el almeriense reconoció a Pinocho como fruto de un matrimonio que en la práctica estaba deshecho. 

Le confesó que era su hijo. Pinocho siempre ha manifestado, y así lo expone su abogado en la demanda, que el joven padre almeriense se desplazaba a Sevilla con frecuencia para recoger a su hija, pero nunca a él, y que nunca tuvo un regalo de Reyes de quien le dio los apellidos. “Don Bernardo –expone Osuna al Juzgado- un día llamó por teléfono a mi representado, antes de someterse a una delicada operación que finalizó con la amputación de una de sus piernas. Ese día le confesó que era su hijo”. Desde ese momento la relación entre “padre e hijo”, según el documento, se volvió mucho más cercana. 

Luis Manuel Vicente Rico ha pedido en numerosas ocasiones la colaboración de Anabel Pantoja para someterse a pruebas de ADN que certifiquen que Bernardo Pantoja es el padre de ambos, pero la influencer siempre se ha negado. Las pretensiones de Luis no son económicas, pues su presunto padre carecía de bienes, sino como la manifestación de su deseo de ostentar el apellido de quien considera su auténtico padre.