La carretera Málaga-Almería fue escenario de la mayor masacre de civiles de toda la Guerra Civil. Hubo entre cuatro y cinco
mil muertos. Los caminos y las carreteras son lugares vivos por donde pasa la
vida. La carretera que une Málaga y Almería por la costa fue el escenario
de un crimen de guerra que todavía se sigue investigando. Aviones alemanes e
italianos atacaron sin miramientos a estos miles de refugiados, también
bombardeados desde el mar. Entre ellos, niños, madres recién paradas y ancianos.
El general Queipo de Llano hizo referencia a estos hechos desde los micrófonos
de Unión Radio Sevilla. Era el 9 de febrero: “Una parte de nuestra aviación me
comunica que grandes masas huían a todo correr hacía Motril. Para hacerles
correr más a prisa en la huida, enviamos a nuestra aviación, que bombardeó,
incendiando algunos camiones…”. El investigador Eusebio Rodríguez Padilla,
autor de La Desbandá en la provincia de Almería, afirma que no todo fue un
camino de rosas. “En la venta de Adra se produjo violencia, y en Vícar fueron
acogidos y alimentados en lo que pudieron”.
Familia de la Venta de Esteban, de Los Gallardos, génesis de Autocares Rodríguez / Foto: Esteban Cazorla Rodríguez |
Los dueños de La Venta de Esteban, de Los Gallardos, quitaron el hambre a algunas familias que huían hacia Cataluña y Francia de la represión de Málaga durante la Guerra Civil. Una familia formada por el patriarca, Esteban Rodríguez Alonso (Turre, 1892-Los Gallardos, 1978), uno de los padres del transporte en Los Gallardos, y Cristina Rodríguez Alonso (Turre, 1898-Los Gallardos, 1978), que constituyen la génesis de la venta.
Esteban Cazorla Rodríguez (Los Gallardos, 1962) recuerda que sus abuelos acogieron en aquel triste febrero de 1937 a varias familias que se asentaron en Los Gallardos, huyendo de la represión y muerte de Málaga. “La familia de Cristino se afincó en una casa de Juan Torres y su esposa Anica Galera, conocidos popularmente por Los Picantes, origen de una amplia familia popular de Los Gallardos, en el barrio La Luna, antigua calle Las Perdías. Su hijo José, conocido en casa como Pepe el Malagueño, llevaba pescado de Málaga a Barcelona y siempre paraba en la Venta de Esteban para dejar alguna caja para consumo familiar, "y de regreso hacía otra parada, siempre con detalles de agradecimiento por lo que hicieron mis abuelos con su padre, cuando formó parte de la Desbandá”.
En la foto que acompaña el trabajo aparece el citado matrimonio, los cinco hijos y sus consortes, todos celebrando la boda de Cristina, en 1970, salvo Luis Cazorla, que en esos años se encontraba trabajando como emigrante en Francia. “Si se observa la imagen con atención”, subraya Esteban Cazorla Rodríguez, “verás el pavimento en dameros, losa blanca y losa negra. Esas losas venían de la ermita de El Pinar de Bédar, al igual que unas vigas de madera que aún están colocadas en el techo de la cochera de la Venta de Esteban”.
José Rodríguez Haro (Los Gallardos,
1956) recuerda: “Nuestro abuelo se instaló en Los Gallardos con el apodo de Siete Labios, que ya tenían sus antepasados en Turre. Fue un innovador. Dejó el
transporte de los carros y los sustituyó por los camiones y los tractores agrícolas de las
marcas Deutz y Ferguson, primeros tractores que llegaron a la provincia. Años
después se expandió con los famosos Ebro, de Piquer Hermanos. Precisamente mi
abuelo Esteban junto a su hijo, entonces un joven Esteban, participaron en la
construcción de la carretera Antas-La Perulaca, con una trajilla, dado que en
la zona no se conocían los tractores oruga ni palas cargadoras. Hicieron un
laborioso movimiento de tierras”.
Se celebra el 7 de febrero el aniversario de la huida por la carretera de Málaga-Almería, conocida como La Desbandá, motivada por la genocida represión de la dictadura franquista, con el lema “La Dignidad es algo imprescindible que debemos defender porque la Desmemoria es la política del Olvido”. Es el epígrafe que se ha destacado en Málaga en un acto presentado por el reconocido periodista Manolo Prados, exdirector de Canal Sur Radio y Televisión, con la participación de colectivos memorialistas, juristas y profesores, como reconocimiento a los que padecieron el horror de La Desbandá.
La carretera nacional N-340, de Cádiz a Barcelona, fue escenario de una las
mayores atrocidades de la Guerra Civil. Magdalena Martínez Muñoz explicó en El
Afa de Sorbas que los malagueños descansaban en el pajar y que por supuesto no
podían pagar. La Desbandá inspiró a Picasso para el cuadro Gernika. “Que La
Desbandá inspiró inicialmente a Picasso tiene su lógica, sobre
todo por el origen malagueño del genio". Así lo explicó el pintor Jesús de
Perceval (Almería, 1915-1985), padre del Movimiento Indaliano, en una
entrevista que le hizo el periodista Miguel Ángel Blanco Martín en 1983: “Me
dieron una medalla en París, donde conocí a Picasso en 1936 y participé en la
exposición de Artes y Técnicas en 1937. Fue cuando presentaron el Guernica,
que no se llamaba así inicialmente, sino Huida de Málaga. El poeta
francés Paul Elouard le cambió el nombre”.
Un hombre importante de la historia del transporte lo representa el citado Esteban Rodríguez Alonso, padre de Pedro, uno de los pioneros para llevar emigrantes a Barcelona, génesis del prestigio de Autocares Rodríguez, solvente empresa conocida fuera de la esfera provincial. Hay un testimonio escrito del militar Serafín Alarcón Molina, hijo del fundador de la fábrica de harina de Los Gallardos, donde pone de manifiesto cómo el patriarca Esteban Rodríguez viajó con el carro por varios puntos de Andalucía. Serafín, tío del sacerdote Francisco Alarcón, escribió: “La caballería de Esteban Rodríguez, más conocido como Siete Labios, tenía un carro de amplias dimensiones, tirado por tres vigorosos mulos y un pequeño borriquillo que, en cabeza, hacía de escudero o guía”.
La Venta de Esteban fue como la prolongación del pasillo de mi casa durante la más tierna infancia del periodista. No existía la empresa líder de paquetes nacionales Seur, ni transportes Castelló y ni mucho menos Amazon. Las ventas ayudaron al desarrollo. Di cientos de viajes para cargar las alforjas del portaequipaje de mi bicicleta para repartir cartas de la emigración, ayudando a mi padre en la cartería o traerme con el carrillo del vecino Agustín Ros paquetes procedentes del almacén de Gabriel Martínez Belzunces, de Huércal Overa, principalmente el chocolate Kitin, los sacos de azúcar y la leche condensada La Lechera o la caja de El Neblí, la cerveza más barata para el consumo familiar que surgió en Alicante en 1961. Aquí transportaron los citados productos comestibles los “ganaderos y marchantes” que viajaban al mercado semanal de los jueves en Sorbas, uno de los más importantes de la provincia. Sorbas es junto a Cuevas del Almanzora uno de los municipios con más número de barriadas.
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