“Me lo avisaron hace tiempo: ‘Dieguito, van a por ti’. Me lo dijo una persona relevante que todo el mundo conoce. Era respecto a este tema. Hoy cobra todo el sentido esa advertencia”. Esa ha sido la reacción de Diego Arrabal al conocer la sentencia de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Barcelona, de fecha 27 de febrero de 2024, por la que le condenan a él y a su compañero Gustavo González a diez meses de prisión “como autores criminalmente responsables de un delito de revelación de secretos”.
"Dieguito, van a por ti" / Youtube
Además, los fotógrafos deberán pagar una multa de seis euros diarios durante ocho meses y la mitad de las costas, incluidas las de la acusación particular. De igual modo, recaen sobre los condenados la pena de inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo por el tiempo de la condena y para el ejercicio de cualquier actividad relacionada con la propia de las agencias de prensa por el mismo periodo. Ante este fallo judicial cabe recurso de apelación, en un plazo de diez días, ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
“Es una aberración, una injusticia; en España no hay justicia”, ha exclamado Diego Arrabal, que considera que las 18 páginas del fallo “están llenas de mentiras y no entiendo cómo se pueden afirmar tantas cosas sin estar demostradas”. El paparazzi se considera perseguido y ha afirmado que “llevo muchos años recibiendo palos, uno detrás de otro, palos que vienen de muy arriba. Luchar contra el poder es muy difícil. Y no hablo de política. No sé qué palo habré tocado para que vayan a por mí. Esto de Mariló Montero es un pretexto, es mucho más gordo de lo que se ve. Algún día contaré todo lo que llevo en la mochila desde hace muchos años”.
Diego Arrabal también ha cargado contra el director de Lecturas, que ha comparecido en el juicio como testigo: “Es mentira que Luis Pliego rechazara la publicación de las fotos por considerarlas impublicables, lo que hizo fue mandárselas a Mariló Montero”.
Hay que recordar que el Juzgado de Primera Instancia número 35 de Madrid condenó a la agencia Código Press, perteneciente a la compañía Diegus, S. L., de la que Arrabal y González son propietarios, a pagar 265.000 euros a Mariló Montero por vulnerar su honor, su intimidad y su propia imagen, y 75.000 euros a la amiga que le acompañaba en la playa de Bora Bora. En 2022 la Audiencia Provincial de Madrid anuló la sentencia, que fue recurrida por Mariló Montero.
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