Un gran mirador para Almería

Eloísa Cabrera

Concejal Delegada de Urbanismo y Vivienda

La imagen del Sagrado Corazón que corona el Cerro de San Cristóbal se convierte en el mejor testigo del proceso de transformación que está viviendo el Casco Histórico de Almería. A sus pies, una de las principales actuaciones que ha promovido el Ayuntamiento avanza en su desarrollo para reconvertir un espacio antes degradado  en un referente de ciudad desde el punto de vista patrimonial, cultura y turístico.  

Una visita a las obras / Foto: Ayuntamiento de Almería

Junto a la alcaldesa, María del Mar Vázquez, hace unos días recorríamos un espacio aún en obras que está llamado a ser el gran mirador de Almería. Con la Alcazaba, los Jardines Mediterráneos de la Hoya y las murallas de San Cristóbal -en pleno proceso también de rehabilitación-, la antesala de San Cristóbal camina, inexorablemente, hacia una regeneración urbana y paisajística hace años inimaginable. Una actuación que vendrá a coronar otras grandes transformaciones que se han culminado en los alrededores de este espacio, como la mencionada Hoya, la conexión entre las calles Antonio Vico, Pósito y Almanzor o las obras de la Casa Consistorial, éstas cerca ya de su conclusión. 

La rehabilitación de San Cristóbal se extenderá sobre una superficie de 2,5 hectáreas, en la que ya pueden apreciarse las plataformas de tres miradores que permitirán una visión singular de La Alcazaba, La Hoya y el Mar Mediterráneo. También resulta apreciable la reconversión de lo que fueron infraviviendas -Las Perchas- en jardines escalonados y será una realidad igualmente, como parte del proyecto, la recuperación de la imagen del Sagrado Corazón de vuelta a su posición inicial, girando levemente en dirección a la ciudad. 

Esta semana, además, hemos conocido el visto bueno de la Comisión Provincial de Patrimonio al proyecto de rehabilitación de la Plaza Vieja, otra de las piezas que está por encajar en este ambicioso proyecto municipal de recuperación de nuestro Casco Histórico. Porque el respeto al patrimonio, a la historia y a las raíces de la ciudad no se proclama, se demuestra.