La participación en la vida pública y la independencia económica
son dos de las cuestiones clave en las que está trabajando el Gobierno de
España para seguir reduciendo las diferencias laborales existentes entre
hombres y mujeres. Sí, pese a lo que incomode a los negacioncitas –a los que
podemos llamar también abiertamente machistas- las socialistas y los
socialistas nos hemos empeñado en cambiar esa realidad para atender lo que es
de justicia y reclaman las mujeres, que conforman más de la mitad de nuestra
sociedad.
Con el gobierno de Pedro Sánchez, las mujeres tienen ahora más
empleo, de mayor calidad y más estable. Esto es un hecho. En diciembre de 2023,
había casi 9,9 millones de mujeres trabajando, lo que supone el 47,3% del
total. Comparándolo con niveles prepandemia, el empleo femenino ha crecido 3
puntos más que el empleo de los hombres. Además, el aumento del Salario Mínimo
Interprofesional (SMI) hasta los 1.134 euros ha tenido un impacto especialmente
positivo en el mercado laboral, del que se han beneficiado 90.000 mujeres en
Almería.
Si nos vamos a los datos de la Encuesta de Población Activa, con
un gobierno del Partido Popular la tasa de paro entre las mujeres de nuestra
provincia era del 29,75% en el cuarto trimestre de 2017. Hoy, con el Gobierno
de Pedro Sánchez, es del 15,38%. Es decir, 15 puntos menos. Todo esto se debe
en gran parte a las medidas que en ese sentido ha venido aprobando el Gobierno
de progreso con el voto en contra del Partido Popular, que ha rechazado
sistemáticamente las subidas del SMI –a pesar de ser un factor decisivo a la
hora de reducir la brecha salarial de género- o la reforma laboral de 2021.
En cualquier caso, no podemos olvidar que sigue habiendo más paro entre las mujeres que entre los hombres y que debemos seguir trabajando para que el empleo que se genere nos iguale. Sin embargo, es evidente que si se dan pasos atrás, como ha hecho el gobierno de Moreno Bonilla, va a costar mucho más. Suprimir, entre otras cosas, la inclusión de protocolos por discriminación o el fomento de la igualdad retributiva, que ha metido de soslayo en el decretazo de simplificación, es un ataque frontal a la igualdad de la mujer en el empleo. Pero no es solo eso, el Gobierno andaluz del Partido Popular, que tiene entre sus competencias las políticas activas de empleo, no ha puesto en marcha ni planes ni programas ni acciones específicas para acabar con la desigualdad y la discriminación laboral que soportan las mujeres, que exigen el 8M y todos los días del año menos propaganda y más trabajo.
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