@opinionalmeria
El próximo día 22 de marzo se cumplen tres años de la emisión del primer capítulo de una docuserie que conmovió los sentimientos de varios millones de españoles: Rocío, contar la verdad para seguir viva. Se nos ocurren escribir muchas cosas sobre las consecuencias de la emisión del documental, pero, a veces, hay que callar para que otros hablen, porque hablan tan bien que hay que oírles. Es el caso de lo que escribe en X Tony (@Toni_Espp), que reproducimos:
Una impactante docuserie / Telecinco |
El
próximo 22 de marzo de 2024 hará tres años que España se levantaba con un registro de
audiencia histórico y con Rocío Carrasco en todas las conversaciones por el
estreno de Rocío, contar la verdad para seguir viva. Una semana después, el
registro de llamadas del 016 se había disparado por parte de mujeres que habían
visto en la imagen de Rocío el espejo de sus vidas. Tres años después,
seguimos hablando horas y horas de Rocío Carrasco:
Se han descubierto los errores del
pasado de decenas de miles de personas anónimas que han contado sus historias. Un ejemplo real: “Sus padres se separaron en los años ochenta.
Su madre rehízo su vida. Su padre, a su hermano y a ella, les decía que su
madre los había abandonado, que no los quería. Desde entonces, ellos vieron a
su padre como un héroe. Se convencieron de que su madre no les quería. Vieron el documental. Escucharon a Rocío
decir que se retiró para que sus hijos no sufrieran más. Y su cabeza hizo
click. Empezaron a hacer preguntas a su padre, preguntas sin respuesta. Y si había
respuestas, eran respuestas sin fundamento. Con miedo a ser rechazados, su hermano y ella
llegaron hasta su madre. Cinco minutos después, lloraban de alegría. Su madre
les había esperado siempre. Su padre les robó una madre, una vida y, gracias a Rocío, podemos decir que tienen una vida nueva y tienen una madre”.
Como este mensaje hay cientos de miles
gracias a Rocío. Son innumerables los hijos e hijas valientes que han querido
saber la verdad de sus familias, de las ausencias y de los silencios. Son valientes
que se han quitado la venda de los ojos y han asumido que la verdad duele, pero
que querían ser libres y no marionetas. Y,
junto a ellos, hay infinidad de mujeres que han salido de relaciones de maltrato
físico o psicológico, identificadas en los relatos de Rocío.
La desinformación y el negacionismo fascista
de sus ejércitos mediáticos nos
hacen perder el tiempo e involucionar. Seguirán diciendo que un archivo es una
denuncia falsa, que la violencia vicaria no existe, ocultarán que Rocío
nunca denunció a su hija o que fue el Juzgado quien derivó el caso a violencia
de género. A Rocío no hay que creerla pero, por educación (qué menos), habría
que respetarla después de haber dado más pruebas que nadie, pruebas que nunca un Juzgado ha dejado
exponer.
No se puede hablar con un negacionista que, a este ritmo, incluso dirá
que las vacas vuelan. No se puede convencer a quien niega el machismo, quizás
porque no asume que lo ejerce. Y
da igual, porque el número de mujeres que se salvaron gracias a Rocío es mayor
y es lo que importa. No estamos para hacer más pedagogía. Quien no lo entienda,
el problema es suyo. Y si sigue negando, tiene un problema mayor.
El caso de Rocío Carrasco ha mostrado cómo
sigue vigente esa idea de la dictadura de la madre sufridora, doliente y
abnegada, aunque tu hijo o hija te golpee, insulte o te denuncie. Madres
que niegan informes psicológicos que alaban el papel de Rocío como madre y sin
tener ni idea de cómo funcionan estos procesos. Tres años después siguen diciendo tonterías del tipo "una madre de
verdad se planta y se lleva a sus hijos". No piensan que sería un secuestro. Un poco de coherencia y cada una a mirarse su
vida.
Los medios no han
aprendido nada a pesar de las máximos registros de audiencias como las de
Rocío, contar la verdad para seguir viva. Al fascismo no interesa que de estos
temas se tome mucha conciencia. Por eso ahora informan de violencia de género
los que no saben e incluso han victimizado a otras afectadas. Tres años
después vemos a pocos que defienden a Rocío desde el compromiso, vemos a quienes
se han formado desde un falso compromiso solo por evitar ser despedidos, vemos
a quienes sólo defienden a Rocío por ser amiga, pero niegan la violencia de
género a otras víctimas.
Tres años después, las alimañas siguen con el mismo tema porque no tienen otro para
sobrevivir. Los que hablaban del feminismo selectivo seleccionan siempre
lo mismo, para vivir de donaciones o monetizar desinformaciones de Rocío...
Repiten el mismo bucle porque no tienen nada más.
Rocío está brillante. Es la demostración de que se puede sobrevivir.
Pero para eso hay que dejar gente por el camino que no aporta y que solo
ensucia, sin pedir ni permiso ni perdón. Rocío se ha salvado, ella sola, porque el
sistema hasta ahora no le ha dado ni la mano, como a tantas mujeres a las que
dejan en un limbo jurídico. No es la única ni la última. Pero lo importante es vivir. Tres años después, la
verdad de Rocío ha puesto muchas cosas en su lugar, en su vida, en la de mucha
gente y en el sistema. Y más que
queda aún por poner.
GRACIAS INFINITAS A ROCÍO
GRACIAS INFINITAS, MAREA FUCSIA
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