La mágica Mojácar se viste de cine y mira al futuro

Antonio Torres
Periodista

Mojácar es un plató de cine desde el viernes hasta el próximo fin de semana con el III Encuentro de Cine en Corto. El padre de este encuentro en el que me atrevo a denominarlo Festival de Cine de Mojácar es Antonio Casado, que ha puesto toda su imaginación y talento para ir creciendo modestamente, incluso con su apuesta para los escolares, abriendo camino. Su camino es consolidarse. El punto de encuentro de los profesionales y aficionados es elogiable. Conviene poner luces largas y arrancar más dinero para que la discusión llegue más arriba, fuera del rincón provincial.

Casado, junto al poliédrico Ignacio Mañas, conocido por El Indaliano, apuntaron el nombre del productor afincado en Carboneras Peter Beale, dando ese toque imprescindible para estar en el panorama cinematográfico internacional. La actriz, modelo y directora de origen almeriense, residente en Barcelona, Noemi López Sevilla conocida por Nei Loya, tuvo palabras de elogio para El Indaliano. Nei Loya dirigió la producción Los veranos de tu invierno, rodada en varios puntos de la capital y El Pilar (Lubrín). Una historia real con muchos entresijos que se presentó el sábado con dos pases en la ciudad blanca y mágica. Allí estuvo el incombustible Ignacio Mañas, productor y protagonista de varias obras en la ciudad, vestida de cine estos días.

Ignacio Mañas El Indaliano, el exitoso compositor David Miralles y Antonio Casado, padre del Certamen de Cine de Mojácar. FOTO MAÑAS

Mojácar está cambiando. Nada tiene que ver con el silencio y los tortuosos accesos que nos trasladaban a la etapa árabe, sin olvidar que hay zonas costeras que se asoman al ascensor del lujo como pretende la multinacional Cosentino en Macenas. La fuente árabe de Mojácar fue escenario histórico en 1488 de la embajada enviada por los Reyes Católicos para la rendición, junto al Centro de Arte Contemporáneo. Se cumplen 70 años de la proyección en San Sebastián de Sierra Maldita que lanzó cinematográficamente a la provincia de Almería. En la década de mediados del siglo pasado comenzó a abrirse paso un cine con mejores medios. El día del cine español se celebra cada seis de octubre. Ese día de 1952 finalizó oficialmente el rodaje de Esa pareja feliz de Luís García Berlanga y Juan Antonio Bardem, protagonizada por Fernando Fernán Gómez. En Garrucha, Níjar y Mojácar se rodó Sierra maldita, Concha de Plata del Festival de San Sebastián en 1954 y Medalla del Círculo de Escritores. Fue el primer western rodado en la provincia de Almería. Sierra maldita, dirigida por Antonio del Amo e interpretado por Rubén Rojo, Lina Rosales y Manolo Zarzo. Ofrece un panorama desalador y de pobreza extrema de Níjar y Mojácar que se puede trasladar a muchos pueblos. Nos retrata de alguna manera y es conveniente repasarla para saber de dónde venimos. Una de las pioneras en el montaje y la técnica cinematográfica fue Pepita Orduna que trabajó en ¡Bienvenido, Mr. Marshall! (1953), dirigida por García Berlanga. La producción bíblica El beso de Judas con guion de Vicente Escrivá rodó en Mojácar, además de exteriores en Tierra Santa, con un presupuesto de 12 millones de pesetas nunca visto en aquel 1953. 

Uno de los directores que más hizo por Mojácar en el ámbito del cine y de atraer turistas fue Silvio Narizzano (Montreal, 1927-Londres, 2011). Rodó El cepo en Mojácar y Bédar (1979) con un reparto de lujo encabezado por Dennis Hopper, Carroll Baker, Faith Brook, David Carpenter, Inma de Santis, Antonio Rebollo, Ivonne Sentís y Richard Todd. Disfrutaron de la vida bohemia y artística no exenta de peleas por el descontrol que significaba vivir en la Mojácar más abierta de la historia. A Inma de Santis (Madrid, 1959-Sahara, 1989) la entrevisté para Ideal en 1979 cuando tenía un futuro impresionante. Un desgraciado accidente de tráfico acabó con su vida. Era una muchacha con encanto personal, inteligente. Me ha marcado toda la vida porque seguí su intensa actividad profesional que tuvo además de su presencia en TVE.  Narizzanio, desde la década de 1960, dividió su tiempo entre Londres y Mojácar, donde residió su íntimo amigo y colaborador, el guionista y dramaturgo Win Wells (Arkansas, 1933-Mojácar, 1983) al que entrevisté por sus obras de teatro cuando intentó relanzar el teatro que fue una seña de identidad mojaquera durante casi todo el siglo XX ligado a los célebres apellidos Carrillo y Flores. Fue morir su amigo que por cierto descansa en el cementerio de Mojácar y Narizzano sufrió una fuerte depresión que acabó con su vida. 

Hubo más rodajes, pero en el recuerdo colectivo está La Isla del Tesoro. La convivencia de Orson Welles en Puerto Rey, costa de Vera, su movilidad por Mojácar y la playa del Sombrerico. Mi padre comentaba que era tan buena gente. Cuando rodó en Bédar volvía loco a los de producción. Para que el taxista contratado por kilometraje se sacara un buen dinero, le hacía ir una y otra vez a Garrucha por gambas o al apartamento por unas zapatillas o gafas. En mi infancia era el comentario habitual sobre la personalidad del enorme talento de Orson Welles, actor, director, guionista, productor y locutor de radio estadounidense con su obra La guerra de los mundos, emitido el 30 de octubre de 1938, que causó conmoción cuando muchos oyentes del programa pensaron se trataba de una retransmisión de una invasión extraterrestre. En 1946, bajo la sospecha de comunista, se vio obligado a trasladarse a Europa. 

Recuerdo la entrevista que le formulé a Jack Nicholson en el hotel Moresco, cuando uno era joven, feo, católico, ignorante y sentimental como diría Valle-Inclán. La serie Curro Jiménez acogió varias escenas en los cauces de los ríos Alías y Alfaix en 1976 con entrevistas formuladas en Sopalmo a Sancho Gracia. La coproducción Martín (Hache) de Adolfo Aristarain pasó por Macenas. Se estrenó en 1978 con Federico Luppi, Juan Diego Botto y Cecilia Roth. Dicen que el pasado ayuda a entender el presente y el futuro. El alcalde Fran García es consciente, al igual que este periodista desde que empezó su trayectoria profesional, que el nombre propio de Mojácar, ciudad abierta, se alza y necesita darle una nueva pensada al Festival de Cine para que su proyección no se quede en la provincia y se abra al mundo. Con pronunciar solo el nombre de Mojácar, está todo dicho para desarrollar la industria cinematográfica.

 


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