Los tiempos de juventud de la vecina de
Alfaix, María Josefa Alonso, de 100 años, fueron los de una enorme tasa de
analfabetismo, mayor entre las mujeres. Fueron años en los que apenas había
medios de transporte. Carros, caballería y, sobre todo, el desplazarse a
marcaron el tiempo. Los Gallardos celebra el centenario de una gran mujer,
preludio del que se celebrará a partir de agosto. El pueblo se independizó de
Bédar en 1924. En Los Gallardos, presumimos de ser más jóvenes que Nueva York
que también celebra este año aniversario de independencia. Es bueno plantearse
cómo era la vida en aquellos primeros años de nuestra protagonista que celebra
su cumpleaños especial de 100 años de vida. Los desplazamientos a pie eran
habituales antes y después de la Guerra Civil. Eso le tocó vivir a la vecina de
Alfaix María Josefa Alonso Piñero, que nació a 40 metros del término municipal
gallardero, en el Cortijo Las Señoras (Turre) en 1924. Solía acompañar a su
padre para vender en los mercados semanales de Sorbas y Vera. Desplazarse a
pie, no era un deporte como en estos años de nutricionistas y zapatillas
deportivas. Ir a Sorbas desde Alfaix, ida y vuelta, eran y son 40 kilómetros.
Los nietos María del Mar, Ana Belén, Antonio José, Eloy, Carolina y Mari
Carmen, doctoranda de la Universidad de Granada, hermana de José Luis Flores,
el pintor del Power Horse Stadium, quien anuncia que la familia se reunirá esta
semana en el Restaurante MARENE de Miguel Crespo de Los Gallardos. La abuela María Josefa Alonsotiene una memoria extraordinaria,
hija del labrador Francisco Alonso Aznar, natural de Antas y hermana del
añorado Andrés, conocido popularmente por el Gordo (1916-1992), al que este
periodista recuerda cuando acudía en su inseparable motocicleta Cofersa a la tienda de Andrés Torres, el Correo, mi padre, para
echar la quiniela.
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María Josefa Alonso, rodeada de todos sus nietos, excepto Eloy Flores. FOTO PEDRO JESÚS RODRÍGUEZ |
María Josefa ha sobrevivido a todas las
zozobras de la vida. Guerras, dictaduras, repúblicas y como es habitual todo
conflicto trae inestabilidad y procesos duros de vida y hambre. “He trabajado
mucho y nunca nos faltó un pedazo de pan o un vaso de leche en casa”. Su
juventud estuvo marcada en España por un periodo de escasez y miseria.
Todos deberíamos acudir a conversar con
ella. Nació, se crio, educó y trabajó en Las Señoras, la finca de la terrateniente
Bernarda Cánovas, que ha dado de comer a medio Alfaix: “Era de estatura media,
morena, un poco gruesa, elegante. Trabajé para ella hasta el 1952, año en que
me casé con Antonio Flores Flores, nacido en Gafarillos (Sorbas), primo de
Andrés Flores, mi abuelo, cofundador de Los Gallardos.
Su vida es un ejemplo de pundonor. “Eran
tiempos difíciles, pero nos apañábamos con lo que producíamos. Iba
caminando a todos sitios. Era habitual acudir por lo menos una vez a la semana
a Los Gallardos, al comercio de Andrés Flores Soler que vendía de todo y luego
de su hija Rosa, para comprar siempre gas y aceite para el candil. Algunas
veces, también caminando, fuimos a los comercios de Vera y Cuevas del
Almanzora”. “Producíamos cereales, cebada, oliva, pimientos, tomates que
recolectábamos y dividíamos las cosechas a medias con los encargados de doña
Bernarda y luego con sus herederos”. “Salíamos a pie sobre las tres de la
mañana con dirección al mercado semanal de Sorbas. En esa época el caminar era
por obligación. Al principio de la Guerra Civil, nos sorprendió que el mercado
de abastos se celebrara en la Iglesia Parroquial de Sorbas. Poníamos los
serones, fabricados con esparto. Vendíamos, habitualmente, pimientos,
zanahorias, tomates, habas, todo lo que se producía en la huerta. Siempre iba
con mi padre y preparábamos la carga la tarde antes”. Más adelante ya fuimos
utilizando la comodidad del autobús Alsina que paraba en la Venta”. Se sonríe
Torcuato Martínez que ha vivido en Venta Lorquino, el punto de encuentro de
Alfaix, más de 80 años con el comercio de sus padres, el estanco y la
cartería”. Torcuato y su hijo Paco acompañan al periodista el fin de semana que
conversamos con María Josefa en su hogar de Los Rodríguez (Alfaix). Miguel Segura Alonso (Los Gallardos, 1945) elogia a su
tía María Josefa Alonso: “No ha parado de trabajar, ha hecho hasta la vendimia
de Francia y siempre preocupada por la calidad de vida de su
familia”.
El Ayuntamiento de Los Gallardos durante
las fiestas de Alfaix la ha tenido presente. Hoy todos estaremos pendientes
para felicitarla. Es una biblioteca de memoria única. Algunos no tenemos ni
idea de lo que nos perdemos. María Alonso es madre de José, camionero con la
empresa de los Jerez Ramos, los Pegotes y del transporte del yeso que sale de
la cantera de Sorbas con destino al puerto de Garrucha. “Mi hijo José abandonó
la escuela y se fue a La Noria a trabajar cavando naranjos desde que era un
niño. Luego vino el transporte. Mi Anita trabaja en labores y tareas de hogar.
Ambos han sacado una familia hermosísima”.
Entre 1939 y 1951, España se vio sumida en un periodo de escasez y miseria
sin precedentes. Días de muertes por inanición, enfermedades, cartillas de
racionamiento, estraperlo o pan negro. Entonces, el régimen franquista culpó de
aquellos años recios a los desastres de la guerra, al aislamiento internacional
y a la ´pertinaz sequía´, eludiendo cualquier responsabilidad. La juventud estuvo marcada en España por un
periodo de escasez y miseria. En los pueblos no se libraron de la crueldad las personas
que tenían criterio propio. Emularon, sin saberlo, a muchísimos intelectuales
como la figura del periodismo cívico, sin estar en el péndulo de nadie, como el
andaluz Chaves Nogales. Unos decían que era comunista y otros escribieron que
era golpista. La vida misma, la intolerancia, como decía el añorado Simón
Rodríguez, Simón el del Agua, de Los Gallardos, el padre .