El IV Encuentro de Investigadores e Investigadoras de la
Prensa Andaluza se clausuró el sábado en la Universidad de Almería (UAL). El
periodismo necesita repensarse y es una cuestión que afecta a los profesionales
y a las empresas.
Mónica Fernández Amador, doctora de la Universidad de Almería, y el periodista y productor Manuel Gómez Cardeña. FOTO ANTONIO TORRES
Bajo el epígrafe Poder y contrapoder en la prensa escrita y audiovisual andaluza desde el siglo XVII a la situación actual, el ponente que cerró el encuentro fue el productor Manuel Gómez Cardeña, uno de los periodistas clave de la Transición en Almería. Cardeña animó a los estudiantes a soñar con la Comunicación: “Claro que hay futuro, pero entre todos tenemos que acabar con el desorden de los medios digitales y los intereses de poderes nada democráticos. Cuando surgió la radio, la televisión o las redes, todo el mundo pensaba que esto se acababa. Ahora los jóvenes tienen capacidad para organizarse con la tecnología, pero siempre deben atender a la rigurosidad y al respeto por la verdad. Tenemos que decidir cómo hacemos que la gente sepa cuándo una cosa es falsa, lo que es Inteligencia Artificial y qué es información. La gente debe conocer cuándo un medio es social o está financiado para acabar con algún Gobierno que no interesa a un determinado poder. Los ciudadanos deben saber si un medio de comunicación social es de una tendencia u otra. Los medios deben aclarar quiénes son los propietarios. Para otorgar publicidad institucional debe haber unos criterios claros y normas a cumplir limpias. Es importante que se establezca un criterio para la financiación de la publicidad. Los criterios para dar dinero público deben regularse con claridad y no darlo a medios digitales, por ejemplo, que no tienen ni estructura de empresa y lo destinan para mancharse las manos contra un Gobierno nacional, autonómico o local. Informe lo que hace un Gobierno bien o mal, pero con los datos objetivos. Usted puede tener la línea editorial que desee, pero mentir, nunca. Las fuentes de financiación deben ser claras para que nadie juegue con intereses personales”, fueron algunas de las pinceladas formuladas durante más de una hora por Gómez Cardeña, que, junto a Miguel Ángel Blanco, marcaron época como grandes profesionales en Almería.
Aura Danciu, Antonio Torres y Adrian Tudorica. FOTO MÓNICA |
El 53% de los
españoles no concede siquiera un aprobado a los medios. El 82% afirma que
confía mucho en los canales que elige para informarse. La periodista Mónica
Cebeiro Balaza escribió un amplio reportaje de dos páginas para El País del
pasado domingo titulado ¿Quién puede ser periodista en la era de las
noticias falsas? El párrafo final de
Cebeiro concluye: “La transparencia debería alcanzar a todo, también a las
redacciones”, defiende Isabel Morillo, flamante directora de El Correo de
Andalucía. ´A veces no se sabe siquiera ni quién escribe en un medio porque
usan seudónimos para parecer grandes cuando tienen a cuatro personas
escribiendo. Esa opacidad va en contra de las buenas praxis y de los derechos
de los ciudadanos'. ´Es importante también que cada medio refuerce sus
estándares de calidad y que además los explique públicamente, como hace por
ejemplo el New York Times en su página web”, opina Eduardo
Suárez del Instituto Reuters. ´Que quede claro quién hace bien las cosas´. Hay
pocas respuestas claras, concluye Mónica Cebeiro: “Quizá, que hay que tener
mucho cuidado con cualquier intervención, del tipo que sea, por los riesgos que
supone; que hace falta más transparencia en torno a los medios, sus dueños y a
sus relaciones con el poder político y económico a través de la publicidad; y
que hay que defender colectivamente de alguna forma el buen periodismo, el
rigor y las buenas praxis para que el oficio vuelva a tener un prestigio social
que ha ido perdiendo, pero que tuvo. Cuando no estaba ejerciendo de superhéroe,
Superman era periodista”.
Quien firma este artículo desarrolló la
ponencia en la UAL bajo el epígrafe El poder hegemónico comunicativo lo ostenta
Madrid y las capitales autonómicas siguen el modelo centralista. La libertad
informativa estuvo secuestrada en España desde 1939. Se prohibía cualquier
atisbo de informativo regional. El estigma del poder centralista se
agrandó con Telesur, realizado desde Sevilla, por falta de
voluntad económica y política. Las noticias del día de Granada o Almería no
aparecían porque se carecía de enlaces con la redacción central de Sevilla. La
televisión se ha modernizado a golpe de Olimpiadas y Mundiales como el de
Fútbol de 1982. Se mejoraron los centros de TVE de Sevilla y Málaga. Se
inauguró un centro emisor en Sierra Alhamilla para dar cobertura a la zona
norte de Almería colonizada por el informativo regional Aitana, de
Valencia. En 2024, el centralismo es menos burdo, pero se palpa en el área
deportiva de los telediarios de ámbito nacional o en las tertulias de las
televisiones autonómicas. Aquí se premia a los protagonistas cercanos a los
centros de poder. Aquí no encontrarás a profesionales de Huelva, Jaén y
Almería. Sin embargo, la tecnología lo permite. La falta de pluralismo por la
ausencia de un modelo convierte a las televisiones en juguetes del poder donde
todas las voces no aparecen. Canal Sur Televisión apostó en 1997 por las
desconexiones provinciales con el mismo tiempo para cada una de las provincias.
Los informativos son señas de identidad de las televisiones de ámbito público,
expliqué. Fue una gran medida para combatir el centralismo y acabar con el
estigma de telesevilla, concepto que se creó desde que comenzó el
primer informativo regional de TVE en Andalucía.
Organizadores del IV Encuentro de Investigadores de la prensa andaluza, el pasado sábado. FOTO SUSANA POZO |
El encuentro de alumnos y profesores comenzó el viernes con la intervención de la curtida periodista Ana María Carvajal Llorens, conocida por Nani Carvajal, autora de La mujer en el espejo mediático y primera mujer en ser presidenta de la Asociación de la Prensa de Sevilla, que ha pasado por varios medios como ABC y por TVE. “Hay que vivir el presente porque pronto seremos archivos”, relató la periodista durante su trabajo sobre la evolución de las mujeres que ya son mayoría en las facultades y en las redacciones. Le preguntó el decano de Humanidades de la UA Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz sobre el poder de los medios y la necesidad de que los profesionales pisen la calle y vayan a los hechos, como dijo en su día el escritor polaco Rysard Kapuscinski: “Ahora el poder es más intransigente y hay menos rebeldía. Una compañera de Sevilla, Gloria Gamito, que estuvo muchos años dedicado a las asociaciones de vecinos, estaba todos los días en los barrios. Ahora el periodismo se hace en internet. No se acude a los sitios a preguntar, contrastar y no quedarse con la nota de prensa institucional”, subrayó Carvajal, que fue presentada por Concha Langa Nuño, catedrática de la Universidad de Sevilla. El equipo de Quirosa-Cheyrouze y Muñoz alumbrará una publicación con el trabajo de investigación de los 32 investigadores.
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