Hace 38 años que España forma parte de la Unión
Europea. Durante este tiempo han sido muchos los beneficios que esta unión ha
supuesto para nuestro país y para su ciudadanía. El compromiso de España con el
proceso de construcción europea ha sido siempre muy intenso, al suponer Europa
una referencia de libertades y prosperidad para nuestro país, que siempre ha
apoyado una mayor integración política y económica.
La Unión Europea es el marco natural de
desarrollo político y económico de nuestro país y es, por ello, que en estos
momentos España asume sus responsabilidades impulsando una Unión más eficaz,
más democrática, más próxima a los ciudadanos, capaz de responder a los retos y
necesidades del nuevo siglo, que son muchos.
La juventud tiene que conseguir empleo estable y
de calidad, al tiempo que acceder a una vivienda asequible; un derecho que
debemos tener todos y todas por igual. En el escenario de crisis global debido
a dos importantes conflictos bélicos las instituciones deben estar del lado de
quienes peor lo están pasando, de la población más vulnerable y aquí la
justicia social es un factor determinante.
La Unión Europea es sinónimo de cohesión, no de
división o aislamiento y nuestro país ha desarrollado un papel activo en la
construcción del proyecto europeo implicándose en la negociación de los
diferentes tratados, y ha venido contribuyendo al desarrollo de políticas con
aportaciones sostenidas en ámbitos tan diversos como ciudadanía, política de
cohesión, diversidad cultural y lingüística, cooperación judicial o lucha
contra el terrorismo.
La importancia de la UE y del papel de España
dentro de ella son reconocidos por la población. Según el último estudio que ha
realizado el CIS, la gente considera que pertenecer a la UE es beneficioso para
las “oportunidades de empleo, para hacer negocios y por el peso de España en el
mundo.” De otro lado, el 53,9% de las personas encuestadas aseguran que se
sienten “ciudadanos europeos y españoles al mismo tiempo” y el 63,9% cree que
las cosas nos irían peor en el plano económico si España no estuviese dentro de
la Unión Europea. Según este estudio, la mayor parte de la ciudadanía piensa
que la medida más prioritaria que debe asumir la UE es “fijar un salario mínimo
europeo”. En segundo lugar, cree que hay que priorizar en “avanzar en los
derechos sociales y políticos de los ciudadanos de la Unión Europea”.
Efectivamente, los destinos de las instituciones europeas están íntimamente ligados a los nuestros, ya que una parte importante de nuestras condiciones de vida en España dependen de decisiones que se adoptan en la Eurocámara. De ahí que sea tan importante que participemos en la construcción de nuestro propio futuro.
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