La crisis de reputación sufrida por el Ayuntamiento de Almería a consecuencia de la campaña contra la Violencia de Género, en la que se incluía la fotografía de un menor y un polémico y confuso mensaje, no puede quedar así. La concejala de Familia, Inclusión e Igualdad, Paola Laynez, dio el visto bueno a esa campaña, así que no fue un error y, en consecuencia, la alcaldesa debe reprobarla.
Lo ocurrido ha puesto bien a las claras, por desgracia, ante toda España, su incapacidad para dirigir las políticas sociales de nuestro Ayuntamiento. No podemos mantener ahí a una persona que no tiene claro que la violencia de género es violencia hacia las mujeres exclusivamente. Tampoco podemos aceptar la excusa de la alcaldesa para no cesarla ya que no se trata de un hecho puntual. Su trayectoria deja tanto que desear que la propia alcaldesa le ha retirado la mayoría de las competencias que tenía en el anterior mandato.
Ha sido incapaz de gastar por completo partidas destinadas a paliar la pobreza infantil -de los más de 350.000 euros presupuestados, 280.000 han quedado sin ejecutar- y de dotar de personal la atención a usuarios en las dependencias de Familia, pues sólo ha utilizado la mitad de los 456.000 euros que le habían sido adjudicados. Ha habido partidas de su área que se han quedado directamente a cero en ejecución, como los 111.000 euros para el refuerzo a los equipos de atención a la infancia y la familia.
Lo mismo ha sucedido con la subvención de 10.000 euros para combatir el absentismo escolar, que ha quedado intacta. De los 115.000 euros del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, se ha dejado sin gastar 113.000 euros, lo que demuestra que no está ni preparada ni capacitada para seguir en el cargo.
Aunque la alcaldesa se niegue a aceptarlo, desde el PSOE consideramos que debe ser apartada cuanto antes de esa responsabilidad para evitar que vuelvan a repetirse episodios tan lamentables como el vivido el pasado 15 de mayo.
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