El tramo final del Proyecto Camina nos está
permitiendo comprobar a los almerienses el valor real que tiene la cultura como
elemento de proyección urbana. Camina es un proyecto cofinanciado por la Unión
Europea por medio de la iniciativa Acciones Urbanas Innovadoras, y que hemos
liderado desde el Ayuntamiento de Almería para compartir cultura e integrar los
barrios de nuestra ciudad.
Camina ha sido una historia compartida de
esfuerzos, de ideas, de conceptos y vivencias que nos debe llenar de orgullo
como almerienses. En la actualidad, el factor que mide el crecimiento de las
ciudades es el alcance de su plan global de futuro, porque la dimensión de las
ciudades modernas no se mide en su tamaño o en la densidad de su población.
Almería crece porque estamos sabiendo convertirla en un escenario de interés
para proyectos singulares, capaces de aprovechar el liderazgo del talento y la
creatividad para transformar el territorio.
Camina ha sido, también, un éxito de previsión,
planificación y gestión. Almería fue una de las once ciudades europeas
seleccionadas entre más de doscientas para poder desarrollar Acciones Urbanas
Innovadoras del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). Ello nos ha
permitido poner en marcha en Almería una experiencia tan enriquecedora como
usar la cultura como medio de eliminar barreras humanas y sociales. La cultura
nos ha ayudado a favorecer la integración de los barrios que el escenario de la
raíz histórica de nuestra ciudad como el Casco Histórico, Almedina, Chanca y
Pescadería.
Gracias a la puesta en marcha de este proyecto
hemos tenido conciertos, talleres de fotografía, teatro,
exposiciones, charlas y conferencia, rutas y visitas guiadas, danza, proyecciones de
videomapping, encuentros sobre arte, cine, exhibiciones de arte urbano, rutas
sonoras, un coro multicultural, etc. Pero además, quiero destacar acciones que
van a enriquecer el patrimonio cultural e histórico de nuestra ciudad, como la
puesta en valor del antiguo cine Katiuska, que se convertirá en el mayor
espacio cultural del barrio de La Chanca-Pescadería, así como la ampliación del
Museo Doña Pakyta y la generación de un circuito de rutas por los barrios
objeto de esta actuación.
Y ahora, que estamos cerca del final de esta extraordinaria experiencia, quiero dar las gracias a todos cuantos a lo largo de este año han contribuido a incluir, a vincular y a incentivar el tránsito ciudadano por estos barrios con la cultura como nexo de unión. Gracias de todo corazón y enhorabuena por el trabajo realizado por los seis Laboratorios de Creación Cultural, y de modo muy especial a las diferentes asociaciones y entidades del tejido cultural y social de nuestra ciudad, que a través de la generación de contenidos han sido las auténticas protagonistas de esta preciosa historia. Hemos podido demostrar que la cultura puede ser un elemento de reactivación económica para superar retos de sostenibilidad y poder cumplir los compromisos de integración social y superación de la pobreza marcados en la Agenda 2030. En definitiva, Camina ha vuelto a demostrar que apostar por la cultura es un factor de modernidad que no sólo enriquece el escenario urbano, sino que también genera elementos de clara mejoría en el estilo de vida de las personas.
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