Las decisiones que se toman en la Unión Europea
no son ajenas a nosotros, tienen consecuencias en lo que sucede en nuestra
ciudad. Tras el Covid, los trabajadores y autónomos de Almería consiguieron
mantenerse a flote gracias a los fondos de Recuperación de la UE, que sirvieron
para conservar los puestos de trabajo en unos momentos muy difíciles y
todavía están ayudando a generar riqueza y mejorar la ciudad.
Si la alcaldesa de Almería presume de
actuaciones de vivienda en Costacabana, El Zapillo, Pescadería o en el Barrio
de los Pintores, y de mejoras en materia de comercio en el Mercado de Los
Ángeles, es gracias al flujo constante de inversiones europeas. El acceso al
monumento de San Cristóbal y la construcción de un aparcamiento en el entorno,
la remodelación de la plaza de la Administración Vieja, la mejora de la calle
San Marcos, la intervención que se ha hecho en El Alquián, la recuperación
ambiental del Delta del Andarax, la remodelación de la Avenida Cabo de Gata o
el mismo soterramiento del AVE, han visto la luz gracias a los fondos europeos.
Igual que las actuaciones que se van a realizar en el campo municipal golf de
El Toyo, en Cabo de Gata o en el Museo de Arte de Almería, y las que se están
realizando en la Alcazaba o en el Katiuska.
La lista es interminable, y ello sin mencionar
las subvenciones que han recibido empresas almerienses para proyectos de
eficiencia energética o de conectividad.
Recordemos que el PP votó en contra de la
llegada de estos fondos y que el entonces alcalde de Almería, junto con el
presidente de la Diputación, viajó a Bruselas a pedir que no se le concedieran
dichos fondos a España. Por suerte, no lo lograron y hoy tenemos un país más
próspero, que crea más empleo.
Frente a la Europa en blanco y negro que propugnan el PP y sus socios de la ultraderecha, está la de los avances y el progreso que defendemos desde el PSOE. Por eso, este domingo hay que votar al PSOE, pues ya vemos que nada sucede por arte de magia.
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