El próximo domingo estamos convocados a participar en la
construcción de la Europa que nos gobernará en los próximos 5 años. Lo que
vamos a decidir en esta ocasión se reduce a tan solo dos modelos: el que representa
el PSOE y la socialdemocracia, que lidera los derechos y el progreso, o el de
la derecha y la ultraderecha, que únicamente aspiran a retroceder. El 9 de
junio, por lo tanto, vamos a tener la oportunidad de votar para avanzar en una
Europa que garantice empleos de calidad con una economía fuerte al servicio de
los ciudadanos, a la vez que refuerce y amplíe el modelo social, dé pasos
firmes contra la violencia de género y en la defensa de la igualdad entre
hombres y mujeres.
Resulta imprescindible invertir en la juventud y abordar los deseos a los que se enfrenta, desde la
falta de oportunidades laborales de calidad hasta la cada vez mayor dificultad
para acceder a una vivienda asequible. De la misma manera, los jóvenes no
entenderían una Europa que no fuese diversa, libre de discriminación y
solidaria. Por ello, resulta más necesaria que nunca su implicación y su voto
por el progreso en estas elecciones.
En esta Europa que proponemos los socialistas, la agricultura y la
alimentación tienen la consideración de sectores estratégicos. Para ello, nos
proponemos reforzar la Directiva de Prácticas Comerciales Desleales, hasta
convertirla en un Reglamento que luche contra la venta a pérdidas, y defender
una distribución justa en la cadena de valor agroalimentaria. Pero sobre todo,
vamos a trabajar sin descanso por unos precios justos para los productos
agrarios y ganaderos y por el principio de reciprocidad para que los productos
procedentes de terceros países cumplan requisitos equiparables a los elevados
estándares de calidad que presentan producciones como las de Almería.
De otro lado, la emergencia climática en la que nos encontramos
nos sitúa en la mayor crisis a la que se ha enfrentado la humanidad y la
respuesta que le demos va a determinar el bienestar y el futuro de nuestros
hijos e hijas. Por lo tanto, frivolizar con este reto, abrazar el negacionismo
como hace la ultraderecha con la que pacta Feijóo, condenaría de manera
irremediable a las próximas generaciones. En estas últimas semanas hemos podido
compro[1]bar en qué lugar han
situado PP y Vox el debate de estas elecciones, en ese lodazal en el que se
cuestionan las instituciones y la misma democracia y del que nunca sale una
propuesta, una medida o un derecho que mejore la vida de la ciudadanía.
Dejar en mano de estos partidos nuestro futuro es sencillamente una temeridad que no nos podemos permitir como sociedad. Por eso, este 9 de junio utiliza tu voto para avanzar y decir sí al progreso. Sí a más Europa.
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