El centro necesita rejuvenecerse. La arteria principal de la ciudad requiere que las generaciones nativas digitales levanten la mirada del móvil y conviertan el Paseo y alrededores en el ‘sitio de mi recreo’, como cantaba Antonio Vega, y que decidan poblar el Paseo también de día, y no sólo para ‘ir de marcha’.
Para tal fin hay que actualizar la oferta cultural, ocio y también comercial del centro de la Almería. Hacerlo más atractivo y anticiparse a sus necesidades. Ahí surge como un elemento clave la superficie que se ha abierto en el antiguo edificio de Correos. La creación un centro cultural y de ocio para la Generación Z se presenta como una gran oportunidad. Un edificio con una arquitectura singular y sostenible, que conviva en armonía con el entorno, y en el que tengan cabida un local de ensayos y conciertos, sala de cine (sí, los jóvenes aún van al cine), salas de reuniones para asociaciones, sala de exposiciones, salas de estudio… y, también, espacio, por ejemplo, en los bajos, para comercios que ofrezcan esas marcas ‘instagrameables’. Y, para poner la guinda, una cafetería / mirador en la terraza. En definitiva, un espacio con el que se identifiquen y en el que quieran hacerse sus selfies y vídeos para Tik Tok e Instagram.
Evidentemente, este nuevo centro cultural juvenil no será la poción mágica de Panoramix (el druida de la aldea de Asterix) con la que vencer cualquier invasión externa (comercio online, grandes superficies. alquileres elevados de locales…), pero sí será el ágora alrededor de la cual incorporar nuevos públicos que tanto necesita el Centro Comercial Abierto de Almería, al que debe sumarse el ilusionante proyecto del Paseo de Almería, peatonalizado y lleno de vida, presentado por la alcaldesa de la ciudad, María del Mar Vázquez. También, el Ayuntamiento debería generar incentivos para que los locales ahora cerrados vuelvan a subir la persiana con marcas de tendencia. Éstas y otras medidas harán que se sumen los jóvenes, que, a su vez, atraerán a sus familias, de manera que personas de todas las edades poblarán de nuevo el centro.
El imaginario colectivo de los almerienses piensa en el centro para celebrar las efemérides más relevantes. Navidad, Semana Santa, Feria… el resto del año también ha de ser un espacio de visita asidua.
Se habla de un cambio de tendencias, de la explosión del comercio online. Pero eso es una verdad a medias. Los centros de las vecinas Granada, Murcia o Málaga están rebosantes de vida. En Almería lo que hace falta es apoyar de verdad el Centro Comercial Abierto y dejar de ser tan permisivos con la apertura de nuevos centros comerciales en el extrarradio.
Desde Almería Centro, formado por más de un centenar de comercios, profesionales, locales y que generan empleo y beneficios para la ciudad, trabajamos, codo con codo con el Ayuntamiento y demás administraciones, para su revitalización. Yo creo en las bondades del centro emocional de la ciudad. La historia reflejada en su patrimonio, la profesionalidad de sus comerciantes, el buen hacer de los hosteleros… son atractivos que lo hacen deseable para pasear y comprar. Por eso, estoy convencido de que, entre todos, administraciones, empresas y ciudadanos, volveremos a darle brillo, con proyectos como un centro cultural juvenil en el antiguo edificio de Correos. No nos podemos permitir desaprovechar esta oportunidad.
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