La figura de Antonio Cano en la historia del cuidado de las gacelas

Antonio Torres
Periodista

La polémica que vive Almería sobre el traslado de instalaciones y muerte de gacelas nos lleva a recomponer la personalidad del abogado, cinéfilo Antonio Cano, primer corresponsal gráfico de TVE en la provincia. La búsqueda de nueva ubicación para la Finca Experimental La Hoya, instalación científica, ha llegado a los medios internacionales. Sonia Domínguez, doctora de la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA), estuvo con los animales el primer día en el que se celebraron conciertos en esta ubicación, el pasado 20 de junio. A partir de ese día comenzaron a notar comportamientos extraños en estos mamíferos. Domínguez aseguró a la BBC que las gacelas son particularmente sensibles en esta época del año porque es su época de reproducción. 

Antonio Cano, Rafael Martínez Durbán y Mar Cano / Rafael Martínez Durbán

El centro científico, dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades de España, tiene su origen en un nombre propio. El abogado, fotógrafo, Antonio Cano Gea (Serón, 1917-Almería, 1983) es desde antes de 1970 el padre del Parque de Rescate de Fauna Sahariana. Un año después de su fundación, en 1971, se hizo cargo de los últimos ejemplares vivos de antílope mohor (gacela extinguida en libertad), estudiándola, sentando las bases de su manejo y consiguiendo poblaciones que han evitado su total extinción, junto a otras tres especies norteafricanas amenazadas, labor por la fue premiado con el Indalo de Oro de la Tertulia Indaliana y por la que está inscrito en el International Conservation Roll of Honour de la WWF. Homenajeado por su labor en la conservación de la naturaleza por la Agencia de Medio Ambiente (exposición en 1986), el Ayuntamiento (calle en el barrio de Los Pajaritos, 1986) y la Diputación Provincial de Almería (Boletín del IEA, Ciencias, 1988), la Sociedad Española de Ornitología (1994) y la Asociación Española de Fotógrafos de la Naturaleza (1996), datos que dejó para la historia su hija, la bióloga María del Mar Cano Pérez, en el Diccionario Biográfico de Almería (DBA) de la Diputación y el Instituto de Estudios Almerienses, del que tengo el privilegio de colaborar desde hace un cuarto de siglo, bajo la coordinación del profesor Julián Pablo Díaz López.

Para ilustrarnos sobre el origen de la Finca Experimental La Hoya, anteriormente denominada Parque de Rescate de la Fauna Sahariana, hay que acudir a la familia Cano. También para hablar de la génesis de la televisión en Almería y en Andalucía nos conduce irremediablemente a la figura del padre. Antonio Cano fue el primer corresponsal de TVE y padre de grandes profesionales del reporterismo gráfico como Antonio, Deogracias y de la doctora en Ciencias Biológicas, María del Mar, que siguió los pasos de su padre cuando se hizo responsable durante cinco años del Parque de Rescate de Fauna Sahariana. María del Mar Cano Pérez, conocida popularmente como Mar Cano, primera mujer que ejerció de cámara de TVE, tal como le tracé un perfil en este medio y en mi libro Los primeros ojos de Andalucía, editado por la Universidad de Granada. El padre de las gacelas vivió en el plano televisivo tiempos en los que no se grababa, sino que se filmaba. Fue el primero en acudir al accidente termonuclear de Palomares en enero de 1966. Cano viajó aquella mañana con la intención de filmar las obras del Parador Nacional de Turismo Reyes Católicos de Mojácar y en el recorrido vio la colisión y el incendio de los dos aviones. Iba acompañado de su inseparable esposa Pepita, de Áurea Martínez de Radio Juventud de Almería y del joven y que años después se convirtió en director de Informe Semanal de TVE Rafael Martínez Durbán (Almería, 1944).

El llorado Antonio Cano hijo ofreció el siguiente testimonio. “En el verano de 1965 nos desplazamos hasta Cazorla para ver a mi padre que se pasó todo el mes de agosto filmando para un largometraje que no vio la luz por diferencias con la productora madrileña y en la que mi padre puso esfuerzo, horas, entusiasmo y mucha ilusión por un trabajo que habría recogido toda la riqueza paisajística y la luz de Cabo de Gata”. El añorado Félix Rodríguez de la Fuente quiso llevárselo para su equipo de TVE. Vino a buscarlo para intercambiar reflexiones y proyectos, convirtiéndose Cano en un referente. En sus primeros logros profesionales destacan las imágenes sobre las inundaciones trágicas de 1970 y 1973 que dieron la vuelta a España, gracias a los telediarios, según José María Artero en su libro Homenaje a Antonio Cano, editado por la Diputación de Almería. Al periodista Miguel Ángel Blanco, otro precursor del periodismo ecológico, siempre le escuché la vocación por la defensa de un periodismo medioambiental por parte de Cano, pionero en la fotografía de la naturaleza en España. “Son muchas las especies que fotografió y las fotos publicadas en revistas y libros nacionales e internacionales, siendo de destacar las primeras fotos realizadas al quebrantahuesos por las que obtuvo, junto a J.A. Valverde, el primer premio y medalla de oro del Consejo Internacional de la Caza (Viena, 1959). Impulsó las colecciones de fauna local y creó el Museo, abierto al público a finales de 1969”. Explicó su hija la bióloga y reportera María del Mar Cano Pérez (Almería, 1952-2015), biografía que he resumido sobre una personalidad enorme. Mar fue la primera mujer que se puso una cámara de televisión al hombro. Recibió a título póstumo uno de los reconocimientos que concede anualmente en Almería la Subdelegación del Gobierno, con motivo del Día de la Constitución en 2019, cuando era subdelegado Manuel de la Fuente.

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