Muchos almerienses consideramos a la vieja estación
de ferrocarril no sólo como uno de los edificios más hermosos de nuestra
ciudad, sino también como una parte imborrable del escenario de nuestra
memoria. Incorporar ese elemento del patrimonio urbano a la dinámica cotidiana
y viva de nuestra ciudad sería, a juicio del Ayuntamiento, una formidable herramienta
de dinamización cultural, turística y social que podría activar las iniciativas
de los emprendedores almerienses. Por ello hemos insistido estos días en
trasladar a los responsables de ADIF una invitación al diálogo y a la escucha
activa para estudiar conjuntamente una ubicación alternativa al centro de
control ferroviario que, conforme a las intenciones del Ministro de
Transportes, Oscar Puente, se ubicaría finalmente en la estación histórica de
ferrocarril, a pesar de las peticiones de cesión de ese edificio para uso
cultural que hemos hecho desde el Ayuntamiento.
Desde el Ayuntamiento estamos dispuestos a
ofrecer otro espacio para que pueda ubicarse allí ese necesario centro de
control, lo que seguiría garantizando la prestación del servicio en condiciones
idóneas al mismo tiempo que haría posible que Almería incorporase un importante
activo a su oferta urbana. Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga, Córdoba, Alicante,
Murcia o Linares son algunas de las ciudades españolas en las que el Gobierno
ha cedido estaciones históricas para uso cultural y vecinal. Y si en todos
estos lugares las cesiones han sido operaciones de éxito compartido, entendemos
que en Almería también lo sería.
En todo caso, y al margen del uso que
eventualmente pueda darse a la estación, lo que no queremos es que la posibilidad
de repensar la utilidad de ese icono de la arquitectura ferroviaria del S. XIX
se convierta en un capítulo más de los frecuentes e improductivos conflictos
entre administraciones de distinto signo político. Creemos que dialogar con
serenidad y perspectiva de futuro es actuar conforme al interés general de los
almerienses y proceder con la madurez que nos demanda -a todos- la sociedad de
la que salimos y a la que servimos.
Los almerienses hemos podido comprobar el éxito de actuaciones recientes como la puesta en valor del Cable Inglés o el rehabilitado Hospital Provincial, que son magníficos ejemplos de que cuando las administraciones colaboran y se entienden con independencia de los colores políticos, los ciudadanos siempre salimos ganando. Por eso, desde la lealtad institucional y con total humildad quiero tender la mano para buscar juntos, Ayuntamiento y Ministerio, una salida consensuada con el único objetivo de favorecer los intereses de la ciudad y de los almerienses. Porque escuchar no es coincidir; es dar espacio y valor a las personas e incluir sus opiniones en el siempre complejo proceso de toma de decisiones. Y poder reinterpretar la icónica estación de tren como un medio para impulsar el circuito cultural, artístico y social de Almería nos permitiría ir más allá del símbolo y desplegar una propuesta realista de futuro en una zona céntrica y tan cargada de proyección con la llegada de la alta velocidad. Por eso estoy convencida de que el entendimiento será posible, porque a todos nos une el deseo de buscar siempre las mejores soluciones para Almería. Seguimos trabajando.
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