Las discrepancias personales entre Sofía Suescun
y su madre, Maite Galdeano, siguen dando momentos de gloria a Telecinco. Las
mañanas y las tardes de la cadena han dedicado amplios espacios a la situación,
pero fue anoche, en De Viernes,
cuando la cadena se encaramó a la gloria con la presencia de Sofía Suescun, que
le consiguió un 16,7 % de share y más de un millón de espectadores. Acumuló tres
millones y medio de espectadores únicos a lo largo de la emisión y fue, con
diferencia, el programa más visto del prime
time de la televisión española. Reproducimos algunas reflexiones de Sofía
Suescun en el programa de anoche:
Sofía Suescun, anoche, en 'De Viernes' / Telecinco |
Las palabras de su madre: “No quiero creer que esas palabras
las siente de verdad, no quiero reconocerla. Quiero creer que son fruto de sus
celos porque ella considera que yo soy de su propiedad. Si no salen las cosas
como ella quiere piensa que todos somos malos”.
Amor de madre: “Prefiero que no me quieras a que
me quieras tan mal”.
Normalizar lo que no era normal: “Me da vergüenza, le he dicho
muchas veces “por favor, para”, pero siempre he tratado de disimular. Yo
soy la primera culpable de haber normalizado esto y de haber hecho cómplice a
Kiko. Mi madre siempre ha sido así con todas las personas que han estado a
mi lado, las considera culpables. Piensa que todos los que se acercan a mí son
interesados”.
El 4 de agosto: “El peor día de mi vida fue el 4 de
agosto. Ese día lo voy a llevar desagraciadamente en mi recuerdo. Vengo de Supervivientes, donde he estado libre y
con poco ruido, y cuando volví a la rutina mi madre no paraba de machacarme
diciendo que no tenía que haber vuelto a la tele, que si Marta, que si Kiko...
Pero, no sé por qué, hubo un momento que miré a los espejos y sentí que era una
pesadilla. Yo me puedo equivocar, pero puedo tomar mis decisiones. Sufrí un
ataque de ansiedad, ya no podía más, pero mi madre seguía. Llamé a Kiko, que se
iba a trabajar, y él intentaba mediar, pero mi madre no escuchaba, es como
hablar con una pared. Después la tensión empieza a ser más alta y ella no
paraba. Y me fui de casa porque no podía más. Fui a casa de mi hermano y él no
me había visto nunca así. Yo quiero creer que no soy especial y que hay muchos
casos y por desgracia esto pasa. Tenía una tensión que podía haber pasado una
desgracia. Ella se quedó allí pensando que era una pelea más, pero no. Le pedí
a mi hermano que, por favor, le dijera que se fuera a su casa de la playa
porque no lo soportaba y necesitaba respirar y estar en casa tranquila y para
que el tiempo cure esa situación. Yo solo pedía unos días de libertad y de paz.
La única preocupación de mi madre y su enemigo es Kiko, entonces le engaño y le
digo a mi hermano que le dijera que lo iba a dejar con Kiko y que estaba mal
con él. Y entonces ella se va al día siguiente. Yo ya no quería hablar más con
ella, hice click. Y cuando se fue yo estaba bien e incluso me sentía culpable
por sentirme bien y entonces no paraba de juzgarme porque me sentía mala hija”.
Los vídeos: “Al ver que yo desconecto y que no quiero hablar con ella es cuando hace los vídeos. Ella chantajea un montón, es con ella o contra ella. Si no estoy con ella dice que su vida no tiene sentido. Y amenaza con quitarse la vida si no la dejo volver, dice que la vida no tiene sentido si no le cojo el teléfono a través de mi hermano. Ella seguía insistiendo en que quería volver a casa y que todos teníamos que tragar con todos los chantajes emocionales y graves amenazas que no pienso reproducir”.
13 de agosto: “Viene a casa el 13 de agosto sin
que nadie la espere, se salta todas las normas y el respeto, y viene sin dormir
tras siete horas de viaje con un ataque de nervios, desquiciada, se salta la
valla y tiene que venir la policía porque había unas amenazas graves que no
sabía cómo iba acabar todo. Me deseaba lo peor porque no estoy con ella, ¿es mi
madre o es mi enemigo? Yo no era capaz de hacer nada, me escondí. Gracias a que
Kiko estaba al lado, pero yo estaba encerrada con los perros en una habitación.
La policía me recomienda poner una orden de protección porque no estaba bien y
entonces pongo esa medida. Nunca había estallado todo tanto, sentí miedo. Yo no
podía ni hablar, se asustaron, era Kiko el que con los nervios que tenía
intentaba explicar toda la situación”.
Las imágenes de su madre y Kiko: “Siento mucha vergüenza y es
injusto porque no os imagináis las tragaderas que tiene Kiko y cuánto ha
sufrido. Al principio, ante una situación así, te puedes cabrear y enfrentarte,
pero yo lo eduqué, he intentado siempre tratar de quitarle importancia y de
educar a Kiko para que no entrara en el juego de mi madre. Es culpa mía de
haberle hecho cómplice y de haberlo normalizado todo”.
Efecto espejo: “Es que esto es el efecto espejo.
Todo lo que ella ve en Kiko es lo que ella realmente es y lo quiere proyectar
en otra persona. El anular a alguien, el manipularle, el narcisismo que ella
dice que tiene Kiko es ella”.
¿Eres una mujer sometida y
controlada por Kiko?: “Es que
hasta esa pregunta me duele, esa pregunta no tendría ni que existir. En
absoluto, Kiko en todo caso ha sido una víctima más de todo esto. Ha
sido un apoyo importante para mí y, pase lo que pase con Kiko, yo estaré
eternamente agradecida. Gracias, porque cualquier persona no habría aguantado
esto y él siempre ha estado ahí apoyándome y ayudándome. Ojalá existieran
20.000 Kikos. Es mucho dolor lo que me produce leer esos ataques. Si hay
alguien que no se merece esto es él”.
Sofía y Kiko en casas separadas: “Para no generar problemas teníamos la rutina de vernos en los momentos agradables y amanecer cada uno en su casa. Pasábamos el día juntos, los tres. Ella no soportaba que Kiko me diera un beso y pedía que parara, yo no podía ser yo. Era siempre tener una presión de no hacer nada para que no se enfadara”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario