El turismo constituye actualmente uno de cada 10 empleos directos
que se generan en la provincia de Almería. Sin embargo, el turismo es más que
el turismo ya que apoya a otros sectores de actividad: construcción, comercio, servicios
de la información y comunicaciones…
En la época estival muchos visitantes se acercan a la geografía
almeriense a disfrutar
de nuestros paisajes, clima y cultura donde las playas y la gastronomía ocupan
un papel especial. En esta época del año, nos asalta la duda sobre la sostenibilidad
del turismo. La respuesta a esta cuestión no es sencilla, ni es siempre la
misma.
Por un lado, la sostenibilidad es un concepto multidimensional que
incluye aspectos ambientales, sociales y económicos que están interrelacionados.
Por ejemplo, una gran afluencia de visitantes puede perjudicar
significativamente el bienestar de la población local (por problemas de
vivienda, ocupación de espacios, colapsar servicios públicos…) amenazando la
sostenibilidad social. Por contra, un número reducido de turistas haría que los
ingresos generados no sean suficientes para cubrir los costes necesarios para
prestar los servicios turísticos (alojamiento, restauración, transporte, ocio…)
amenazando la sostenibilidad económica.
Por otro lado, la sostenibilidad es una variable dinámica que
variará en cada momento. Así, el incremento de la llegada de visitantes y su
demanda de productos turísticos en algunas épocas del año (estacionalidad) supone
una mayor presión sobre algunos elementos del territorio y que todos debemos
respetar.
Por tanto, el problema de la sostenibilidad no es el turismo, sino la evolución descontrolada del turismo. Almería presenta la mayor estacionalidad de toda Andalucía, pero tiene unos recursos naturales y culturales para ser el destino más sostenible. Todos debemos estar implicados en gestionar la sostenibilidad, gestionando, disfrutando y conservando nuestros recursos, pero también enseñando a los visitantes a respetarlos y valorarlos.
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