TVE ha lanzado la serie Las
abogadas, dirigida por Juana Macías y Polo Menárguez, una serie que nos traslada a la abogada
María Luisa Jiménez, pionera de las que ejercieron como laboralista en el
umbral de la democracia. Las televisiones
públicas se prestigian acudiendo con rigor y pluralismo a programas imprescindibles
para conocer la historia. El primer
capítulo se cerró en 1969 cuando el estudiante Enrique Ruano murió tras caer de
un séptimo piso mientras estaba custodiado por la Brigada Político-Social. Los
cinco asesinados en la matanza de los abogados de Atocha de 1977 podría servir
de resumen de la serie. “Esta creación de Patricia Ferreira es el ejemplo claro
del tipo de series por las que debe apostar una cadena pública. Tendrá sus
deficiencias y, por supuesto, no gustará a algunos (nada puede gustar a todo el
mundo), pero tanto las intenciones como el resultado están a la altura de lo
esperado”, afirma la experta televisiva Natalia Marcos. Un buen ejercicio de
memoria que fue un éxito, entre una audiencia joven que tiene hambre de calidad
sin insultos ni toxicidades.
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María Luisa Jiménez / La Voz |
Emilia de Oña Compán
(Almería, 1943), hija de prestigioso médico, fue precursora de las abogadas al
colegiarse en 1965. La abogada María
Luisa Jiménez Burkhaardt (Granada, 1949) fue la primera mujer abogada
laboralista de la provincia de Almería, ciudad en la que reside desde que se
licenció en la Universidad de Almería. Hija de abogado, inició su actividad profesional en 1976. El entonces
presidente de la Audiencia Provincial de Almería estaba rodeado de hombres
desde toda su vida profesional y no estaba viendo los cambios que llegaron a la
sociedad. Desde entonces, ha ejercido como profesional libre, compatibilizando
su tiempo libre con el deporte, la fotografía y la música. Participó en la
creación del primer grupo de abogados jóvenes. Ha sido directora de la Escuela
de Práctica Jurídica del Colegio de Abogados y ha propiciado la formación de un
coro en este colegio.
En
Almería, la transición fue trágica. El estudiante de biología Javier Verdejo
Lucas, de 19 años, fue tiroteado por un guardia civil el 14 de agosto de 1976
cuando intentaba acabar la frase Pan, Trabajo y Libertad. La impunidad sigue
todavía, según el historiador José Ruiz. Verdejo. hijo del alcalde que inauguró
con Franco el Aeropuerto de Almería, llevó el dolor a la familia, muy conocida
de farmacéuticos y médicos. Dolor que se extendió a casi toda España como
ocurrió con las tres víctimas del Caso Almería Luis Cobo, Luis Mier y Juan
Mañas Morales de Pechina en mayo de 1981. Una de las protagonistas de la serie
es Cristina Almeida. Coincidí con esta abogada en el documental Andaluzas,
protagonistas a su pesar, emitido por Canal Sur Televisión y dirigido por
Antonio Ramos Espejo que fue un homenaje a todas las madres de víctimas de
diversos sucesos de la historia de Andalucía.
El primer
capítulo Las abogadas refleja muy bien la situación de los
abogados laboralistas de la época que, como
militantes del PCE, su motivación era absolutamente ideológica, ya que
pretendían el cambio de la sociedad existente, por otra democrática, rememora
María Luisa Jiménez Burkhaardt, nacida en Granada en 1949. Son
declaraciones en exclusiva para este autor y su reflexión son memoria de
Almería. El trabajo de aquellos abogados del umbral
de la democracia fue una lucha constante. “Una lucha constante, en los
tribunales y en la calle. Esto les granjeó el odio de los sectores más
reaccionarios de la sociedad, sindicato vertical y policía. Yo vine a Almería
en noviembre de 1976, porque el PCE, con motivo de la muerte de Javier Verdejo,
creyó necesario tener un abogado/a del partido en Almería”.
“Cuando me
colegié, en diciembre de 1976, no había ninguna abogada en ejercicio. El
entonces presidente de la Audiencia Provincial de Almería, me preguntó para qué
quería colegiarme. Lógicamente yo le contesté que, había estudiado la carrera
de derecho para ejercerla profesionalmente como abogada. Comencé a trabajar
como abogada laboralista, negociando los primeros convenios colectivos tenía
que hacerlo, cuestionando la legalidad del Fuero del trabajo, Ley franquista
entonces en vigor, pretendiendo su necesaria derogación”. “Mi primer juicio, en
defensa del despido de un pescador, estuvo lleno de abogados, curiosos ante el
acontecimiento de que una mujer, fuera la abogada defensora. Algunos de mis
compañeros y, sobre todo empresarios, me menospreciaban. Aunque, casi todos me
respetaron cuando valoraron mi seriedad profesional”. “En el sindicato vertical
se negociaban, a la baja, las indemnizaciones a los trabajadores y yo terminé
con esa práctica, exigiendo lo que legalmente les correspondía. A pesar de
todo, el abogado entonces de Fuerza Nueva, Don Ginés de Haro Rossi, como
Magistrado suplente de la Magistratura del Trabajo, cuando le pedí asistir a un
juicio, porque nunca había hecho ninguno, me dijo que me tenía a su
disposición, para todo lo que necesitara, ´siempre que no fuera comunista´. No
obstante, siempre me trató con mucho respeto y profesionalidad”. Jiménez
Burkhardt recuerda que a sus primeras vistas orales asistía el admirado Manuel
Gómez Cardeña, “único periodista”, referente del periodismo del umbral de la
democracia, junto a Miguel Ángel Blanco.
Para el catedrático Fernando Martínez López, secretario de Estado de
Memoria Democrática del Gobierno de España, las primeras huelgas y conflictos
judiciales los vivieron con mucha intensidad. Los pescadores se reunían por las
tardes, cuando volvían de la mar, en los locales que el cura conocido
popularmente por don Marino les dejaba en la iglesia de San Roque y la barbería
de José García Rueda Pepillo el barbero era también un espacio de encuentro. Un
marianista, Javier Ayestarán que años después fue responsable de Comisiones
Obreras, hombre de firmes convicciones sociales y democráticas, se adentró en
los problemas de la pesca y se hizo uno más de ellos embarcando en una traiña.
Era la forma de explicitar el compromiso con el mundo de los trabajadores que
tuvieron por aquellos años algunos religiosos y militantes de la izquierda,
destacó Martínez en Crónica de un sueño.