El pasado 18 de septiembre, los
ciudadanos y ciudadanas andaluzas presenciaron el “debut” de la nueva consejera
en el pleno del Parlamento Andaluz. Un estreno marcado por los nervios, como
ella misma destacó, y no es para menos, ya que su discurso estaba plagado,
cuando menos, de medias verdades. Además, no perdió la ocasión de recordar a su
mentor, el fallecido exconsejero Javier Imbroda, lo que nos hace temer la
continuidad de una política de recortes en la educación pública, una tendencia
que venimos sufriendo desde 2019, cuando Imbroda asumió el cargo y nombró a
Carmen Castillo como viceconsejera.
En relación con el inicio del curso
2024-2025, y dentro de la "normalidad" que la Consejería intenta vender,
es importante recordar que miles de alumnos y alumnas de infantil y primaria en
centros de toda Andalucía comenzaron el pasado 10 de septiembre, primer día del
curso escolar, sin contar con su maestro o maestra de referencia. En más de 50
centros de la provincia de Almería, se evidenciaron notables ausencias de
docentes en estas etapas. Ejemplos claros de esta situación se encuentran en el
CEIP Joaquín Tena Sicilia de Abla, el CEIP Soledad Alonso Drysdale de Gádor, el
CEIP La Canal y el CEIP San Indalecio de La Cañada, donde los alumnos y alumnas
de las dos clases de 3 años iniciaron el curso sin sus maestras/os de
referencia.
En el mejor de los casos, algunos de
estos centros incorporaron a los y las docentes el pasado 16 de septiembre, una
semana después del inicio del curso, encontrándose aulas masificadas, tónica
habitual de esta "nueva normalidad" impuesta por el gobierno andaluz.
Es cierto, como destaca la Consejera, que la natalidad ha disminuido en cerca
de 25.000 niños y niñas, pero desde este sindicato, tal y como explica Javi
Muñoz, delegado de USTEA Almería, "es inexplicable que esta
reducción solo afecte a la escuela pública, con la supresión de cerca de 2.500
aulas públicas desde 2019, mientras que la enseñanza privada-concertada no se
ve afectada por este descenso" El sindicato señala que, debido a la masiva
eliminación de unidades, se está aprovechando para saturar las aulas públicas,
superando habitualmente las ratios legales, y propiciando que miles de niños y
niñas andaluces se vean obligados a aprender en espacios donde apenas pueden
moverse con comodidad.
Sabemos que la Consejera, Carmen Castillo,
hasta el pasado mes de julio inspectora de la Delegación Territorial de
Almería, conoce bien las características y necesidades de Almería, por lo que no
entendemos cómo puede hablar de "normalidad" ante los preocupantes
datos que muestran cientos de nuestras aulas que superan las ratios permitidas
(25 alumnos/as en infantil y primaria, 30 en ESO y 35 en bachillerato). Desde
USTEA Almería exigimos respeto hacia el profesorado, al menos evitando
calificar este inicio de curso como "normal". A modo de ejemplo,
presentamos algunos datos sobre las ratios a las que se enfrenta el profesorado
almeriense:
En la capital almeriense, el CEIP
Lope de Vega cuenta con sus dos aulas de 3º de primaria, con 27
alumnos/as en cada una; el CEIP Nueva
Almería tiene una clase de 1º de primaria con 26 alumnos/as, dos clases
de 2º con 27 alumnos/as cada una, y una clase de 6º con 26 alumnos/as; el CEIP Virgen de Loreto dispone de una
clase de 3º, dos clases de 4º y una de 6º todas con 26 estudiantes. En la
localidad de Huércal de Almería, el CEIP
La Jarilla tiene dos clases de 4º de primaria con 28 y 27 alumnos/as,
respectivamente.
En el levante almeriense, encontramos el CEIP La Atalaya (Níjar), que cuenta con dos aulas de 3º de
primaria con 27 y 26 alumnos/as, respectivamente, y con clases de 4º que tienen
26 alumnos/as cada una. El CEIP
Andalucía y el CEIP Juan Sebastián Elcano, ambos en San Isidro, tienen 26 alumnos/as en
sus aulas de 6º y 3º, respectivamente. Los dos colegios de Campohermoso, cuyos segundos de
primaria, tres en el CEIP La Libertad
y 2 en el CEIP Concordia, se
encuentran con ratios de 26 y 27 alumnos/as. En cuanto al instituto de
Campohermoso (IES Campos de Níjar),
la situación no es más alentadora, contando con tres aulas de 1º de la ESO con
32, 32 y 33 alumnos/as, un 3º y 4º de la
ESO en el que se encuentran 31 alumnos/as en cada clase y las aulas de 1º de
Bachillerato de Humanidades cuentan con ratios aún más elevados: 38, 36, 35 y
37 alumnos/as.
En el poniente almeriense, la situación
no mejora. A modo de ejemplo destacamos centros como el CEIP Las Lomas de Roquetas
de Mar, que cuenta con tres unidades de infantil y doce de primaria,
todas con más de 25 alumnos/as. El CEIP
Francisco Villaespesa (El
Parador de las Hortichuelas) tiene clases de 5 años con 27 y 26
alumnos/as. En el CEIP Federico García
Lorca (Las Cabañuelas),
las aulas de 2º, 4º y 6º de primaria tienen ratios de 26 y 27 alumnos/as. El CEIP San Fernando de Adra presenta un 1º y 2º de primaria
con 26 alumnos/as cada uno, y un 3º con 27. El CEPR Ciavieja(El Ejido)mantiene ratios ilegales en todas sus
unidades de primaria, excepto en una clase de 4º, limitada por el tamaño del
aula. El CEIP Santa María del Águila
también presenta ratios ilegales en infantil 5 años, 1º y 6º de primaria,
además de clases de infantil que no cuentan con suficiente espacio, aunque
mantienen cerca de 20 alumnos/as. En Aguadulce,
encontramos el CEIP Francisco Sainz
Sanz, con 27 alumnos/as en 2º y 5º de primaria, y el CEIP Trinidad Martínez, con 26
alumnos/as en 5º de primaria
Para finalizar, destacamos algunos
ejemplos del almanzora, encontrando el CEIP
Antonio Relaño de Oluladel Río, con 26 alumnos/as en uno de sus 4º de
primaria y el CEIP Rafaela Fernández de
Fines, con un 1º de primaria con 27 alumnos/as.
Tal y como indican las responsables del
sindicato, “somos conscientes de que las ratios establecidas pueden
incrementarse hasta un 10%, tal y como recoge la ley educativa. Sin embargo, este
aumento debe aplicarse en situaciones excepcionales, como la matriculación de
alumnado de incorporación tardía o casos de movilidad forzosa, no al inicio de
un curso que debería haberse planificado para que las unidades no superasen,
desde el primer día de clase, las ratios estipuladas en la normativa”.
Por todo ello, desde USTEA Almería
llevamos tiempo reclamando, entre otros muchos aspectos, un necesario aumento
de las plantillas docentes, que permita reducir las ratios en las aulas de
nuestra comunidad, mejorar la atención al alumnado, especialmente a aquellos
con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo, y facilitar la labor del
profesorado andaluz. Estos profesionales, año tras año, sostienen una
Consejería que parece cada vez más olvidarse de ellos.