Tras triunfar durante
varias temporadas en Movistar Plus+ con su programa La resistencia, David Broncano se incorpora a La 1 con un programa
de similares características, La revuelta. Se emitirá a las 21,40, justo después del Telediario nocturno, y tendrá como
alternativas nada menos que a El
Hormiguero, de Pablo Motos (Antena 3), y Babilon Show, de Carlos Latre (Telecinco).
El popular presentador
ha concedido una larga entrevista a Tom C. Avendaño, que publica el diario El País, de la que entresacamos algunas
de sus afirmaciones:
David Broncano / RTVE |
Presión: “ Yo soy muy tranquilo. No me estreso, creo que llevo bien la presión. Debe de ser genético. He dormido sin pastillas. Pero tío, esto a otra persona la revienta. A la décima portada seguida de un periódico en el que dice “Broncano nos roba”, “Le dan el dinero de los niños”, esa persona diría por qué tengo que soportar yo este peso y esta mirada pública tan bestia… Hubo un momento en que esta vorágine política y mediática puso en peligro que el programa siguiese en cualquier sitio. Movistar contaba con que nos íbamos, habíamos pactado lo nuestro con TVE, pero no estábamos aprobados y vi que, como esto se siguiera retorciendo políticamente más, nos quedamos sin programa. No tenía sentido acabar aquí, en ninguna otra circunstancia el programa se cancelaría.
La audiencia: “Hay una parte cuantitativa numérica que antes no teníamos: tengo que contar
la audiencia que hagamos. Personalmente, le estoy dando más importancia a eso
que a la calidad del programa, porque creo que el programa... no es un programa
nuevo, es muy parecido a La resistencia y a la gente le gusta.
No pienso si mola, que ya lo sé, pienso si lo verá más gente.
Pablo Motos:. “Pablo [Motos] nos va a pisar la cabeza. Ha hecho esta semana
creo que un 20% de media o algo así, el triple de lo que han hecho TVE y
Telecinco. Esta semana he vuelto a ver El hormiguero. Es un
programa de tele potente, muy bien hecho. No les infravaloro nada, eso chuta.
Nosotros lo hacemos de otra manera, aportamos otras cosas, tenemos otro tipo de
invitados e invitadas, el tono es distinto, jugamos por otro lado… Que tengamos
poca audiencia lo contemplo, que hagamos una mierda no lo contemplo. Pero eso
creo que es imposible”.
Preguntarle a la gente cuánto sexo tiene: “Sí. No veo la dificultad. Hay un primer tramo que todavía es horario protegido. No veo el problema de hablar de relaciones sexuales. Algo que probablemente cambie es que yo, antes, entraba con la pregunta genérica y si veía que el invitado me daba una respuesta genérica, “ocho veces”, pues perfecto, pero si entraban al trapo, estaba encantado de seguir con bromas sexuales. En La resistencia nos podíamos poner superexplícitos. Aquí seguramente no. Pero hablar metafóricamente también tiene su punto”.
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