La instrumentalización de la mujer, por el solo hecho de ser mujer y atractiva, por las cadenas de televisión perdura aún en algunos programas. La cadena que más se ha tomado en serio este tema ha sido Radio Televisión Española, que en el año 2020 aprobó, a través de su Observatorio de Igualdad, una guía que aboga por “evitar la cosificación del cuerpo femenino” y, a tal efecto, “se procurará no priorizar los atributos físicos de las mujeres sobre los intelectuales” y no fomentar “un modelo de belleza femenino basado en la juventud, delgadez o perfección corporal, de acuerdo a cánones poco reales”.
Laura Moure, en La ruleta de la suerte / A-3
Durante estos días se debate
en las redes sociales si es procedente, en los tiempos que corren, la presencia
de una azafata en el programa de Antena 3 La ruleta de la suerte, muy
seguido diariamente por la audiencia. Uno de los críticos de televisión más
solventes, Eneko Ruiz Jiménez, trata en el diario El País este caso y llega a la conclusión de que el papel de Laura
Moure es absolutamente prescindible. El crítico se ha puesto en contacto con Esther
Pérez, gerente de Programas de Entretenimiento de Atresmedia TV, que le ha
manifestado que el papel de Laura no es el de una simple azafata porque “presenta
el principio del programa y lo despide, participa en la prueba final y revela
sus premios, comenta los paneles y cualquier anécdota o momento con Jorge. En
definitiva, es un miembro activo y necesario, con un papel esencial en el
desarrollo del concurso. Aporta dinamismo y forman un tándem que encanta a la
audiencia”. Ruiz Jiménez ha recabado la opinión de otros prestigiosos analistas
de televisión y esto es lo que le han dicho:
Mariola Cubells: “El papel de Moure es un anacronismo evidente y
afortunadamente algo bastante insólito ahora mismo… La función de
copresentadora debe ser más activa, muy diferente a lo que hace ella”.
Carme Ferré-Pavia: “Me parece antiguo. Casi hacían más en el Un, dos, tres. No me gusta decir estas frases, pero a veces parece estar para lucir palmito. ¿Hace falta ese rol? ¿El programa tiene que apostar siempre por los mismos patrones de belleza para ser atractivo? Seguimos jugando a los estereotipos enquistados. Lo pongo en blanco y negro y es viejo”.
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