La improvisación se ha instalado en nuestro Ayuntamiento. Lo hemos visto con la Feria: el mismo día de su inicio aún seguían sin licitar algunos servicios. Ahora, finalizando el verano, comprobamos que la mayoría de equipamientos que tendrían que haberse instalado en nuestras playas siguen sin licitarse, como tumbonas, puestos de helado, sombrillas, kioscos o zonas de venta de comida.
A pesar del compromiso municipal con los hoteles de El Toyo de autorizarles a instalar sombrillas y hamacas, a fecha de hoy, no lo ha hecho, con lo que ha privado a estos establecimientos de ofrecer un servicio a sus clientes del que goza la mayoría de zonas turísticas de la provincia. Tampoco ha autorizado el Ayuntamiento los servicios de varada en la arena de pequeñas embarcaciones, como kayaks, ni en La Fabriquilla, ni en Reta[ar, ni en Costacabana. La única zona que actualmente existe es la que corresponde autorizar a la Junta de Andalucía.
Lo más grave es que sólo la redacción del Plan de Playas ha costado nada menos que 14.250 euros. ¿Cuántas calles y plazas de Almería podrían haberse limpiado a fondo con ese dinero? La primera edil tampoco ha dado aún ninguna explicación a los vecinos de El Alquián sobre el vertido que obligó a cerrar al baño su playa, asunto muy preocupante, pues la presencia de enterococos puede provocar infecciones de todo tipo.
Y, un año más, acaba el verano sin que la barriada de La Almadraba de Monteleva se conecte a la red municipal de alcantarillado. ¿Es que no hay nadie al frente del Ayuntamiento de Almería? Llama la atención el que otros servicios, como el de promoción de la Feria, para mayor autobombo de la alcaldesa, por 71.000 euros, se haya adjudicado en tiempo y forma. Cuestión de prioridades y es evidente que el PP sigue sin entender que nuestro clima y la calidad de nuestras playas convierten nuestro litoral en un lugar único para el desarrollo de un turismo de calidad, con playas abiertas todo el año.
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