Ester Expósito
ha pasado por La Revuelta, el
programa de David Broncano en La 1 que ha desbancando del pódium del liderazgo
de audiencia del acces prime time a El
Hormiguero, el popular programa presentado por Pablo Motos. La actriz
acudió principalmente a presentar su nueva película, El Llanto, que acaba de estrenarse. Su presencia ha sido muy
comentada en las redes sociales, pero no por sus dotes interpretativas, que son
inequívocas, sino por su cambio físico. A sus 24 años Ester está dotada de una
belleza irrefutable, pero los internautas consideran, en su gran mayoría, que
ha sido objeto de ciertos retoques estéticos poco afortunados.
Uno de los comentarios en X |
La actriz se ha
hartado de tanta crítica y ha aprovechado las redes sociales para poner en
evidencia a quien critican el aspecto físico de una mujer. Éstas son sus
palabras:
“El otro día
estuve reflexionado sobre las múltiples formas de violencia que recibimos, las
mujeres, sobre todo, y me di cuenta de lo normalizado que está que una persona
se esconda detrás de una pantalla y una red social para criticar el cuerpo de
una mujer y señalarla por ello. Y hoy quiero ser yo la que señale a esas
personas y les diga que lo que hacen no está bien. No se opina, y menos
públicamente, sobre el físico de otra persona, y menos todavía si no tienes ni
idea de lo que estás hablando. Y eso no lo hago por mí, que desde hace años sé
lo que hay, y me he encargado durante mucho tiempo de adquirir las herramientas
necesarias para gestionar este tipo de reacciones. Lo hago por otras personas,
otras chicas, que a mejor no las tienen o que, aunque las tengan, no tienen por
qué aguantar esto, al igual que yo tampoco tengo por qué aguantarlo. Estoy
cansada y estoy cabreada, sí.
Resulta que llevo leyendo la estupidez de que me he realizado 50 cirugías y retoques estéticos en la cara, desde que tengo 19 años, y me pregunto cuánto tiempo tengo más que seguir leyéndolo. Lo último ha sido que al parecer me he rellanado la cara, me he estirado con bótox y no sé qué cosas más. Si así fuera, estaría en todo mi derecho, y ningún desconocido tiene que venir a pedirme nada porque no le he preguntado y porque es mi cara y hago lo que quiero con ella. Pero resulta que no, que he subido un poco de peso y ya está. Porque, lo creáis o no, las mujeres, al igual que los hombres, también crecemos, cambiamos, engordamos o adelgazamos. Menos mal, digo, porque al final significa que estamos vivas y no somos muñecas”.
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