La periodista Núria Gispert Vilà (Barcelona, 1957-2024) nos ha
dejado cuando le quedaban semanas para la jubilación. Fue la primera
corresponsal de Canal Sur en Catalunya. En Mujeres de palabra,
editado por el Instituto de Estudios Almerienses, hago referencia a sus
aportaciones al primer Libro de Estilo de Canal Sur. Los cimientos de
los noticieros de Canal Sur Radio y Canal Sur Televisión, en los albores de
RTVA, los pusieron el primer director de informativos Paco Lobatón y la
periodista Estrella Lorite Gil (Madrid, 1959-Málaga, 1991). “Te
puedo contar”, me dijo Núria Gispert, “que Francis Romacho me encargó a mí y al
entonces delegado de Canal Sur Televisión en Jaén, Rafael Olmo, por la
experiencia, pero que rápidamente Estrella Lorite, por su conocimiento, pasión
y su visión andaluza, llevó todo el peso”. Una obra imprescindible y génesis,
herramienta, del vigente Libro de Estilo de Canal Sur Radio y Televisión que,
lamentablemente, algunos colegas desconocen y que se puede descargar gratuitamente.
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| Núria Gispert / Canal Sur |
El conocimiento de la sociedad catalana, con millones de
trabajadores andaluces y decenas de alcaldes nacidos en Andalucía hicieron más
fáciles las piezas televisivas de Núria Gispert. Comenzó en prensa escrita para
iniciar su actividad en TVE en programas de éxito como La tarde o Buscados
con cargo. Desde entonces, desarrolló su carrera profesional en Canal Sur y
en TV3, la televisión de su tierra, medio para el que viajó por Almería con
reportajes sobre invernaderos, asentamientos de inmigrantes y sucesos a la que
acompañé en alguna ocasión.
La triste noticia nos llegó por el colega Antonio Manfredi, uno de los grandes de Canal Sur, defensor de los enfermos, y que por su rigor le llevó a ser Defensor de la Audiencia. Inmediatamente el exdirector general Rafael Camacho mostró su dolor y siguieron periodistas andaluces. Un tumor acabó con su vida. “Se jubilaba el 18 de noviembre, al cumplir 67 años. Ya tenía todo cerrado para irse a vivir a su casa del pueblo, después de años de pelear en la jungla periodística, hasta que la dejó para trabajar en Cáritas, llevando un banco de alimentos. No podrá disfrutar de esa casita que poco a poco fue montando con Javier, su pareja, en Castellterçol, a 50 kilómetros de Barcelona, ya lista para vivir, con todos los mínimos detalles que ella siempre tenía en cuenta… Y tampoco podrá disfrutar de su primer nieto, próximo a llegar…”, lamentó Manfredi.
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