Almería tiene que defender su sanidad pública,
de ninguna manera nos podemos quedar quietos o callados ante la lamentable
deriva a la que ha llevado el Gobierno de Moreno Bonilla al Servicio Andaluz de
Salud, la joya de la corona de nuestra tierra en otros tiempos. Y lo tenemos
que hacer hombro con hombro con los profesionales sanitarios, que llevan ya
mucho tiempo advirtiendo del deterioro que está sufriendo la sanidad pública de
una punta a otra de la provincia.
La última de las denuncias de la calamitosa
gestión del PP en Andalucía ha llegado desde el Sindicato Médico de Almería,
que ha advertido del desmantelamiento del Hospital Universitario de Poniente
para devolverlo al status de comarcal que tenía en los años 90, como si desde
su inauguración -hace casi 30 años- nada hubiera cambiado en El Ejido, Adra,
Roquetas de Mar o Vícar. Esa vuelta al pasado conlleva una peor atención
sanitaria y la desaparición de servicios con un amplio reconocimiento dentro y
fuera de nuestra provincia. Además, la reducción del presupuesto y la
plantilla, que son otras de las consecuencias de esa decisión, incrementarán
unas listas de espera que a día de hoy ya son vergonzosas con casi 30 mil
personas pendientes de una cita con el especialista, de las que el 60% se encuentran
fuera de plazo.
Resulta in[1]comprensible
que el presidente de la Junta de Andalucía esté dando todos estos pasos para
destruir lo que tanto nos ha costado construir. Como las desgracias con el
Gobierno de Moreno Bonilla nunca vienen solas, en estos días también hemos
conocido algo que cualquiera que haya pasado en los últimos tiempos por las
urgencias de la Bola Azul o del Nicolás Salmerón en la capital ha podido
comprobar en primera persona: la falta de personal para atender como es debido
a quien lo necesita. Los sindicatos han puesto el grito en el cielo y hablan de
una situación crítica que se extiende a muchos otros centros de atención
primaria de la provincia y a hospitales como el de Huércal-Overa, con denuncias
públicas que ponen los pelos de punta.
Nada puede ocultar, ni tan siquiera las decenas de millones de euros que el PP dedica a propaganda, lo que los usuarios pueden ver con sus propios ojos. Desde la Junta de Andalucía se viene respondiendo a estas legítimas críticas pidiendo que no se alarme a la sociedad, como si la sociedad ya no estuviera lo suficientemente preocupada ante el absoluto desamparo que sufre como consecuencia de haber ‘invitado’ a marcharse a la privada a miles de médicos y médicas. En realidad, lo que realmente alarma son todas estas indecentes decisiones del Partido Popular.
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