Cuando nos visita la enfermedad nunca
entra mirando el extracto de la cuenta bancaria ni tampoco comprueba si tenemos
cerca un buen hospital. Cualquier problema de salud, sea más o menos grave, lo
sufrimos todos por igual acompañados por ese mar de incertidumbre que siempre
arrastra. Su curación, en cambio, tiene tiempos distintos dependiendo de si nos
la podemos pagar de nuestro bolsillo o no y es ahí, precisamente, donde nos
encontramos con la peor de las desigualdades a la que se enfrenta esta Andalucía
para unos pocos de Moreno Bonilla.
La sanidad pública se ha convertido en
un juguete roto en manos del Partido Popular a base de desviar dinero del
conjunto de andaluces y andaluzas a la privada. De hecho, Andalucía es la
segunda comunidad autónoma, después de Madrid, donde más se han incrementado
las partidas para conciertos con empresas sanitarias, a la vez que se han
disparado los seguros privados. Es decir, el Gobierno andaluz ha hecho todo lo
que podía hacer y más -incluso cometer irregularidades que ya investiga un
juzgado- para que el camino de la salud siempre termine enriqueciendo la cuenta
de resultados de la sanidad privada.
Nada ha detenido al Partido Popular en
esa estrategia de empujar a los usuarios a incrementar el negocio de sus amigos
y su objetivo ahora es el Hospital de Poniente, al que pretende desmantelar
rebajando su calificación a comarcal. Este centro sanitario, que debería ser de
Especialidades, como así demandan todos los profesionales, llevaba tiempo dando
signos de abandono por parte de la Junta de Moreno Bonilla con listas de espera
indecentes, advertencias de situación crítica por parte de las matronas y
servicios sin el personal sanitario necesario.
Lo de ahora es un paso más en ese ataque frontal a la sanidad pública de la provincia. La gestión de esta parte y del todo no puede ser más nefasta y esto lo ha podido comprobar cualquier usuario en estos seis años de gobierno de la derecha en nuestra comunidad. Hasta tal punto es así que el agujero que ha generado se está tragando literalmente al sistema. Los almerienses y las almerienses vamos a tener la oportunidad este domingo de alzar la voz contra todo este despropósito, defendiendo unidos nuestra sanidad pública y diciéndole alto y claro a Moreno Bonilla que es urgente que la refuerce, que es indispensable que mejore las condiciones laborales de los profesionales sanitarios y que, en lugar de recortar servicios, los amplíe a lo largo y ancho de la provincia de Almería. Lo que nos estamos jugando es lo más importante que tenemos, nuestra propia salud.
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