En la plataforma
online RTVE Play hay una joya de la televisión en dos
capítulos: El loco. Los silencios de
Quintero, una serie documental dedicada a quien es sin duda uno de los
grandes maestros del género televisivo de la entrevista, Jesús Quintero. Hace
dos años que falleció el andaluz y sus dos hijas, Lola y Andrea, y quien fue su
última pareja, Joana Bonet, nos han querido regalar una preciosidad del género.
El día 27 también se emitirán, a las 10 de la noche, en Documaster, de La 2. Los Cines Princesa de Madrid acogieron el
preestreno, con la asistencia de personas muy cercanas al comunicador, como Isabel
Gemio, Rocío Carrasco, Javier Rioyo, Manuel Vilas o Ignacio Vidal Folch, entre
otras. El Loco. Los silencios de Quintero
está producido por En Cero Coma, sello de Fremantle España. La serie, de dos
episodios de 50 minutos cada uno, está dirigida por José Rueda y Rocío
Cañaveras y profundiza en la trayectoria y vida personal del presentador.
Lola y Andrea, las hijas de Jesús Quintero, en la presentación del documental / RTVE |
Rocío Carrasco destaca en el documental la intensa relación entre Jesús Quintero y su madre, que fue entrevistada en varias ocasiones / RTVE |
Programas como Ratones Coloraos, El perro verde o El loco de
la colina aún hoy día son visionados
por muchos jóvenes que encuentran en Jesús Quintero una peculiar forma de
entrevistar que nadie ha sabido después replicar. El documental cuenta con un archivo
personal inédito, fruto de la participación de su familia, y con momentos
inéditos y reflexiones que ven la luz por primera vez.
Según la
información facilitada por la propia RTVE en la presentación del documental, Jesús
Quintero es uno de los grandes comunicadores de este país, maestro de la
entrevista y referente aún hoy para muchos comunicadores. Con su estilo propio,
personalidad y transgresión impactó en los medios de comunicación españoles
durante tres décadas, hasta que un día él mismo se desencantó de esa nueva
realidad mediática a la que no supo o quiso adaptarse.
Pero el documental no se ciñe exclusivamente en analizar su trayectoria profesional y su relación con los medios. El loco también retrata al mismo Quintero, a la persona que fue tragada por el personaje. Al Quintero esnob que utilizaba su vestimenta para ocultar que no soportaba el paso del tiempo. Al hombre fascinado por las mujeres. Al padre que entraba en éxtasis al mirar a sus hijas, sus niñas; pero al que, sin embargo, la paternidad se le hacía por momentos compleja. Al enamorado de su tierra, que tenía un foco en su azotea para iluminar la Giralda por si se apagaba. Y al loco, que luchaba contra sus propias debilidades.
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