Edita: Fidio (Foro Indalo de Debate, Ideas y Opinión / Twitter: @opinionalmeria / Mail: laopiniondealmeria@gmail.com

El arquitecto Juan Díaz alerta del estado de emergencia del Casco Histórico

Antonio Torres
Periodista

El autor de Almería, la ciudad perdida. Arquitectura y urbanismo del casco histórico de Almería es el arquitecto Juan Díaz Pérez, quien denuncia el abandono de edificios antiguos, del patrimonio. El Casco Histórico de Almería espera un plan de protección y revitalización que aporte soluciones a las necesidades y carencias existentes como las de tipo social y comercial para llenar de vida sus calles. “Debemos revisar el Plan General de Urbanismo que tiene una antigüedad de casi 40 años y se ha quedado obsoleto con unas determinaciones propias de la época desarrollista y especulativa que ha sufrido la capital durante varias décadas desde hace medio siglo”, asegura. "En el plan estratégico del Conjunto Histórico, recién adjudicada su redacción, se deben encontrar soluciones al estado de necesidad urgente de protegerlo y encontrar soluciones para los problemas que tiene de conservar su patrimonio, su economía y necesidades sociales por la falta de equipamiento. El ejemplo es que se construye…pero no se habilitan equipamientos públicos, comerciales y zonas verdes. Ya avanzado el siglo XXI, seguimos teniendo las mismas ordenanzas del pasado siglo, que priman el derribo de las viviendas tradicionales para edificar con mayor altura. Esta es la realidad de la ciudad que vivimos”.

Juan Díaz Torres / La Voz

Diaz presentó su libro el pasado miércoles en el Centro Cultural Cajamar de Puerta Purchena, el kilómetro cero del conjunto de Almería. Varios capítulos del trabajo de Juan Díaz recogen los procesos que originaron y permitieron el deterioro de la ciudad histórica, el desarrollo urbanístico, la actitud de las administraciones públicas competentes y la intervención de la sociedad almeriense. Se analiza la ciudad actual con los hechos más reconocidos del presente siglo: Cable Inglés, Toblerone, Mesón Gitano, Soterramiento del ferrocarril, Máster Plan y Puerto-Ciudad, Plan Integral de San Cristóbal, Alcazaba y su entorno.

Juan Díaz Pérez (Almería, 1944) comenzó su tarea profesional en Obras Públicas de la Junta de Andalucía en época de Bermejo y Manuel Falces al frente de la consejería que dirigió Jaime Montaner. Ha sido arquitecto municipal, laureado con una densa biografía, meticuloso funcionario de carrera que ha visto pasar la vida desde el área de urbanismo. Ha luchado contra el amiguismo y defendido el interés ciudadano y peleado contra los especuladores. “Ser profesional ha tenido un coste. La especulación y el amiguismo van conjuntamente de la mano y siempre con mayor o menor intensidad estarán presentes en nuestra sociedad, aunque ahora pueda darse con cierta sutilidad. Puede que haya sido una mosca cojonera cuando acabamos con la idea de implantar bares en Las Almadrabillas porque es una zona de dominio público que no se puede privatizar. O que los ciudadanos hayamos perdido un desarrollo marítimo terrestre para equipamientos de uso público como bien sabe la Asociación de Vecinos de Ciudad Jardín”.

El conocimiento de nuestro pasado puede ayudarnos a mejorar la ciudad de Almería, afirma. “Lo que pretende el libro es proteger la arquitectura de los barrios tradicionales de Almería que rodean el Centro Histórico, como Plaza Toros-Quemadero, Reducto, Almedina. Reivindicamos que se conserven las viviendas obreras de puertas y ventanas construidas en la época de la riqueza minera y agrícola”. 

Almería, la ciudad perdida. Arquitectura y urbanismo del casco histórico de Almería esta editado por Amigos de la Alcazaba y el Colegio de Arquitectos de Almería. “Es un libro necesario para evitar el olvido. Para evitar el olvido de aquella ciudad tan perdida como añorada por aquellos que la vivieron. Una ciudad pequeña, de edificios de escasa altura y terraos planos que se desparramaba alrededor de la Alcazaba y que, una vez superado el obstáculo de la Rambla, se extendía hacia levante y hacia la vega. Una ciudad que tenía la homogeneidad que le proporcionaba el haber sido diseñada en buena parte, tanto en sus edificios nobles como en los más modestos, por los dos grandes arquitectos, Cuartara y López Rull. Tenía, también es cierto, muchos problemas derivados de una pobreza y un abandono seculares. Pero no tuvo la oportunidad de superarlos conservando su encanto y su esencia de ciudad mediterránea luminosa y marinera, no se le permitió respetar y regenerar su casco histórico y desarrollarse de manera armónica, ya que el feroz desarrollismo de los años sesenta y setenta del pasado siglo dinamitó todas las posibilidades de hacerlo. Y lo peor es que aquellos destrozos nunca han cesado…", afirma en el prólogo la presidenta de Amigos de la Alcazaba, María Teresa Pérez Sánchez, quien concluye que el libro es “un antídoto contra el olvido y un importante eslabón en esa cadena de defensa de nuestro Patrimonio de la que tanto las asociaciones patrimonialistas como la cada vez mayor conciencia ciudadana son parte imprescindible”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario