La clave para esta noche especial se centra en si cuajará la alternativa de David Broncano y Lalachus frente a la pareja invencible hasta el momento de Cristina Pedroche, la reina, y Alberto Chicote. Se enfrentan los nuevos modelos de la nueva TVE, que ha recuperado a jóvenes, y el liderazgo en todo de Antena 3. En cualquier caso, la audiencia es sabia.
La tradición televisiva de comerse las uvas se remonta a 1962, cuando TVE descubrió al mundo el reloj de la madrileña Puerta del Sol, con Matías Prats padre, la primera figura mediática andaluza, narrando el momento fuera de cámara. Durante muchos años, fue Prats el encargado de locutar en directo el ritual de la despedida del año. Habría que esperar a 1990 para que el dúo Martes y Trece fueran los primeros en presentar las campanadas ante la cámara. La tradición de comer doce uvas a fin de año se remonta a finales del XIX, cuando un grupo de madrileños decidieron burlarse de esta costumbre burguesa que la aristocracia había importado de Francia.
Lalachus y David Broncano, en La Revuelta / RTVE |
Sería a partir de la Nochevieja
de 1909 cuando el ritual se hizo popular después de que un grupo de
viticultores alicantinos, para dar salida al excedente de cosecha de ese año,
difundieron la creencia de que comerse las doce uvas traía buena suerte. Al
mismo tiempo, el pueblo tenía la costumbre de salir la noche del 5 de enero,
una noche donde casi todo estaba permitido.
Todo
empezó en 1866 cuando se colocó el reloj en la torre de la madrileña Casa de
Correos, actual sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid, ubicada en
la Puerta del Sol. Su estratégica y simbólica
ubicación, kilómetro 0 de
todas las carreteras radiales que partían de la capital de España, sumada
a la majestuosidad del edificio que cobijaba al reloj hicieron de esta plaza
punto neurálgico. En aquellos tiempos pocas familias contaban con un reloj
propio, por lo que acudían a recibir el año nuevo frente al campanario o
reloj más cercano.
En
1907, Estados Unidos marcaría la nueva pauta en la celebración: “el descenso de
la bola del reloj de Times Square, presenciada por
miles de neoyorquinos a pie de calle, inspiró a miles de ciudadanos a celebrar
la llegada del nuevo año, en compañía de sus vecinos. La famosa bola ha
realizado ese descenso todos los años, salvo en 1942 y 1943, cuando la
ceremonia fue suspendida debido a la Segunda Guerra Mundial. En esos dos años,
el acto fue sustituido por un minuto de silencio”, escribió la actual editora
de La Vanguardia Teresa Amiguet.
En
1973 se produjo la primera descentralización televisiva, al ofrecerse las
campanadas desde Barcelona. Hasta que no llegaron las televisiones autonómicas
y privadas tuvieron el sello de Madrid. Hasta 1962, la retransmisión se seguía
únicamente por la radio. A Canal Sur Televisión llegó en 1989 la retransmisión
de las primeras campanadas desde la Plaza de las Tendillas de Córdoba.
Las
campanadas de Nochevieja las ofrecerán para TVE los humoristas Laura Yustres
Vélez (Fuenlabrada, 1990), conocida popularmente por Lalachus, y David Broncano
Aguilera (Santiago de Compostela, 1984), que desde niño vivió en la localidad
jienense de Orcera, el gran triunfador de la temporada televisiva en España,
dando voz a personas que se expresan con naturalidad, “diciendo lo que piensan,
aunque sea irreverente e incómodo”.
Ana Isabel Almécija Alonso / Loa |
Desde Almería, Ana Isabel Almécija Alonso (Granada, 1983), especialista en combatir ese tipo de insultos por parte de los descerebrados de guardia, afirma: “Un insulto no merma la capacidad de trabajo de una gran profesional como Lalachus. Ocupamos lugares públicos, aunque esto incomode a personas gordofóbicas, y unos insultos no nos van a detener”.
“Por alguna
razón inexplicable, hay un número preocupante de personas a las que jamás se
les ocurriría hablar de las barrigas, las calvas, las corbatas o los bajos del
pantalón de ellos, pero que sí ven de interés general los kilos, largo de
falda, maquillaje o peinado de ellas. Y todos quedan en X a celebrar su
aquelarre, a encender la hoguera y quemar a mujeres más o menos jóvenes que
siempre son juzgadas por algo más que lo que dicen o hacen, como la otra mitad
de la población”, denunció la periodista Natalia Junquera.
La waterpolista Paula Leitón (Terrassa, 2000) compareció ante Broncano y dio a toda España una lección de seguridad y madurez. Tras proclamarse campeona olímpica en los Juegos de París 2024, tuvo que soportar ataques de gordofobia. Ironizó con que tiene “una espalda muy grande como para que me resbalen” ese tipo de comentarios. “Tanto el sobrepeso como la obesidad tienen muchas causas y no podemos simplificarlas”, subraya Almécija.
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