La repentina muerte del periodista y músico Nacho Para ha conmocionado a la música y el periodismo. Un amigo del alma, Juan Ignacio Para Cervantes (Almería, 1963-2024), conocido popularmente por Nacho Para, nos ha destrozado a todos los que le queremos y admiramos. Su esposa, Paloma del Cerro, percusión y voz en el grupo Bantastic Fand, lo encontró sobre las dos de la madrugada del lunes sentando en el salón de casa, pensando que se había quedado dormido. Hoy martes lo hemos despedido en Cartagena, ciudad en la que residía, pero eran frecuentes sus viajes a Almería para acompañar a su madre, Gloria, histórica maestra, muy conocida en Almería, quien en vida y con una entereza, pura inteligencia y fuera, ya enterró a otro hijo, Pablo, en plena juventud, tras su licenciatura académica y a su marido, Eugenio. Allí estaban los que no le han fallado en la música, como Paloma, Paco Del Cerro, Fernando Rubio, Carlos Campoy y Chencho Vilar, junto a colegas de Cartagena. Cuando los compañeros de Canal Sur Radio y Televisión me informaban que se habían hecho con mucha tristeza la elaboración de la noticia, otros grandes colegas no pararon de enviar muestras de tristeza y de reconocimiento a una personalidad excepcional y querido en todos los ámbitos como Nacho.
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| Nacho Para y Antonio Torres, en Sevilla, en 1980 / Joaquín Márquez |
A Nacho Para, gran conversador y con capacidad de escuchar, le tengo agotado casi todo ese repertorio de elogios porque mi admiración es infinita. Escribí en una ocasión: "Ha hecho lo que ha querido y nunca llegaremos a su capacidad literaria para enfocar cualquier reportaje de calle. Ha viajado por la pobreza de África que no aparece en las rutas turísticas. Le gusta nadar a contracorriente y esa es una de sus fortalezas como persona que no gustan al circo mediático. Ha entrevistado a sus ídolos, pero nunca sacó pecho ni mostró aires de grandeza, o el narcisismo actual por las redes sociales. Es decir, la imagen sin contenido que hasta los políticos y periodistas han comprado, como se ve en la serie Borgen. Ha toreado con estrellas creciditas y gente con aire de grandeza que jamás ha pisado la calle”.
Aventuró con olfato periodístico, su humanidad
tremenda, que aquella Marbella de la que escribió tenía los pies de barro.
Retrató mejor que nadie a una sociedad montada en las apariencias, en el
pelotazo urbanístico y vaticinó que aquel consumo traería ignorancia y una
sociedad de camarero mal pagado. Nacho, con el que me enfadé mucho cuando dejó
el periodismo cultural, la crítica de todas las pantallas y los sonidos, tenía montada su residencia en Cartagena. Aquí tiene su punto de encuentro para la
preparación de conciertos
En
2005 recibió el Premio de Periodismo de Andalucía. Su reportaje Éxodo, sobre
las rutas de la inmigración, fue expuesto en el Foro Social Mundial de
Nairobi-2007.
Ha
escrito por deuda consigo mismo y reparte con generosidad, y mucho amor, parte
importante de sus experiencias a las personas de la música, la comunicación y
el periodismo. Vuelve a su infancia hermosa. Del Concierto para George recojo
algunos textos. No saldrán defraudados por la lectura: “Con los años
descubrí que Lennon compuso Strawberry fields forever en la misma playa donde
aprendí a nadar y muy cerca de donde entonces vivía. En 1966 yo tenía solo tres
años, así que si vi a John con la guitarra frente al mar no me acuerdo, pero
siempre estuve convencido de que algo dejó en el ambiente y que yo lo respiré
con avaricia. Mi reportaje publicado sobre los Beatles salió en el verano de
1986, casi simultáneamente en la revista El Caimán y en La Voz. Contaba
precisamente la estancia de Lennon en Almería durante el rodaje de Cómo
gané la guerra, una historia que había permanecido 20 años enterrada y que
dio alimento a otros frikis en los años venideros…”.
“Otra
gran sorpresa fue descubrir que, a finales de julio de 1971, recién separados
los Beatles y cuando rodaba el western Blindman, Ringo Starr voló directamente
desde Almería a Londres para participar precisamente en el Concert for
Bangladesh, el primer concierto benéfico de la historia, organizado por George
Harrison a petición de Ravi Shankar. Eran cosas de otro mundo que ocurría en mi
mundo, como si el desierto de Tabernas fuera la pista de aterrizaje ocasional
de naves extraterrestres. Si los Beatles habían llegado a Almería, un
almeriense podía llegar a los Beatles. Esa fue el osado silogismo que me llevó
a intentar ser periodista y a pasar tres décadas llenando páginas con historias
de los Beatles, Dylan, África y todo lo demás. No tengo ninguna duda de que los
10 años que pasé cubriendo el tránsito de los migrantes africanos desde sus aldeas
hasta Europa fue una consecuencia subconsciente de las veces que vi las fotos
de los refugiados en el libreto del Concert for Bangladesh. La pesetica para el
Domund no me la creía. A George Harrison sí”.
Nacho nos ha dejado justo cuando este lunes de su adiós actúa Paul McCartney en
Madrid y seguro que le habría hecho, ya la realizó, alguna pregunta como
experto en The Beatles. Todos hemos perdido a un ser humano con sensibilidad,
alma y saber estar que ha triunfado en el periodismo de su tierra, en La Voz de
Almería, donde fue jefe de Deportes y de Cultura, jefe de Cultura de El
Periódico de Cataluña y estando en la cima apostó por la pasión de la música.
El redactor de este medio Juan Fernández se desplazó desde Madrid. Nos
recordó cuando Nacho apostó por su firma e incorporación al medio, y este
periodista fui testigo. Su biografía está en redes sociales, pero nadie se cree
que se haya ido tan pronto. Su madre, Gloria, y sus hermanos, Gloria y Manuel,
junto a la familia de Paloma, han presidido, hoy, la misa funeral en Santa
Lucia de Cartagena. Ahora nos sumamos unos cuantos colegas. Los
compañeros de piso en Madrid de hace unos 40 años Joaquín Márquez, Federico
Utrera, Francisco Moreno, todos periodistas y quien escribe este obituario tristísimo
ya lo hemos calificado como el mejor y más generoso de todos. cuando
la carrera de periodismo, momento en el que escribo para ir a despedirlo de
este mundo este periodista todavía no se puede creer lo ocurrido sobre un amigo
que el domingo a las 18.30, habló con su madre Gloria Cervantes sobre temas de
Navidad, reencuentros familiares y lo que se habla entre una madre y un hijo
cariñoso y atento. Son tantos y tantos recuerdos que hablan de un gran hombre.
Mi última conversación se produjo por redes sociales cuando me dio algunas
pistas sobre mi viaje familiar a Roma y me informó de su nuevo trabajo y la
campaña de ventas y futuras actuaciones en España, donde en Bilbao y Madrid era
demandado. Nadie sospechaba nada de que nos aguardaba la peor noticia como es la
desaparición de una persona a la que quieres muchísimo.
Uno de sus últimos viajes a Almería fue para presentar “Concierto para George, crónica íntima del último milagro Beatle” y ofreció un mini-concierto en Clasijazz que estuvo lleno. Entonces rememoré que Nacho Para fue uno de 5.800 privilegiados que asistieron al Concierto para George, celebrado el 29 noviembre de 2002 en el Royal Albert Hall de Londres, justo un año después de la muerte del Beatle George Harrison. El legendario homenaje congregó a estrellas del calibre de Paul McCartney, Eric Clapton, Ringo Starr, Tom Petty, Billy Preston, Jeff Lynne, Ravi Shankar y una larga lista de amigos y colaboradores de George Harrison. La cita ha pasado a la historia como el último encuentro de la familia beatle sobre un escenario. El autor, el único periodista español con acceso a la zona de artistas, habló con los protagonistas e inhaló la poderosa atmósfera del recinto londinense. Ahora lo cuenta en una crónica ágil, detallada y altamente emocional publicada por Lenoir Ediciones, Reiteramos que No Parking Tickets In The Clouds fue el primer disco en solitario de Nacho Para, periodista con mayúscula que dejó la profesión para ser músico auténtico. Como en la vida, insobornable. En la mañana de este martes, antes de la misa funeral, dos amigos de Nacho como Hafid y Joaquín Márquez recorrieron los espacios naturales que hacía en bicicleta Nacho, paisaje de palmeras e higueras, recordando momentos. Como me escribía ayer el periodista Manuel Arroyo desde Sevilla o el médico Sebastián Molina de Almería, ambos seguidores de Bantastic Fand, el mejor homenaje es seguir escuchando su música.
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