Las redes
sociales no son medios de comunicación, según el prestigioso escritor y
diplomático José María Ridao, Hijo Predilecto de Antas. José María Ridao
Domínguez, el hijo de Pepe de Natividad, autor de más de una veintena de
libros, conoce el periodismo porque desde muy joven le ha gustado dar su
opinión en medios como El País, en el que llegó a escribir editoriales como
miembro del consejo editorial. Trabajó como
colaborador de la Cadena SER. Posteriormente regresó a la carrera diplomática y
fue cónsul general adjunto en París y cónsul general en Washington. En 2019
volvió al periodismo como adjunto a la dirección de El País y
en 2021 fue designado embajador de España en la India.
José María Ridao / Foto: España Exterior |
La
desinformación quema mucho. Discover, el algoritmo de Google determina las
noticias que leemos. En toda España ya hay medios que han externalizado o
contratado redactores para ganar audiencia, gracias a que esos periodistas
trabajan para las marcas. Las redacciones se dividen entre periodistas que se
curran las noticias y otros que trabajan para los algoritmos. Los medios
convencionales tienen el reto de conectar con los jóvenes, claves en el cambio
social, pero con temas propios y distanciándose de la propaganda y la toxicidad
política o empresaria. “Las noticias verdaderas están en los medios
profesionales que observan las reglas del periodismo,
escrupulosamente”. Hay un estudio en el que se destaca que el 72% de los
adolescentes prefiere informarse por amigos o familia antes que en los medios.
Está claro que se ha roto la confianza que había en los medios periodísticos,
especialmente los que han roto los mínimos protocolos pluralistas
exigentes. “La crisis de los medios no se debe tanto a las redes sociales
sino a que los medios las han convalidado ahí. Les ha dado una credibilidad. Ha
cambiado el sentido de la publicidad. La prensa no puede estar soñando con
aquella experiencia. Deben recuperar el valor que tenía la naturaleza de
referencia y su papel en el sistema democrático porque los ciudadanos sabrían
que las noticias de verdad estarían, en los medios”. Meta, fundada por
Mark Zuckerber, la empresa matriz de Facebook, Instagram, WhatsApp y Threads,
se ha volcado con la mentira y la desinformación, emulando a Elon Musk, dueño
de la red social X, el hombre más rico del mundo y dispuesto a llevarse a todas
las tecnológicas del mundo a su filosofía de la desinformación. Ese tablero
global le da aíre al periodismo. Otra nueva oportunidad para que se vuelva a
confiar en los medios tradicionales frente al ruido en las redes que todo lo
ocupan. Ridao celebra que la Federación Europea de Periodistas abandone la
red social X y se sume así a la decisión adoptada por diarios como The
Guardian o La Vanguardia, pionero en España, y
también por miles de corporaciones y usuarios privados. Una ruptura de los
medios, reitera el diplomático almeriense, sería el proceso de salida de
las redes que tienen una jerarquización amarillista. “Si tú caes en la trampa y
dices, por ejemplo, que hay un robo en el Paseo de Almería, estás jerarquizando
y te olvidas de otras cosas importantes que ocurran en tu provincia”. “Dicho en
otros términos, repetir hasta el infinito una mentira para que pase por verdad
es una manera de falsear la realidad; otra, distorsionar la relevancia de las
noticias, aunque sean verdaderas. En las redes, esta operación es más radical
que en la prensa sensacionalista porque lo que fomentan es la completa
abolición de la jerarquía, de manera que un contenido que dé cuenta de la
infidelidad de una socialité vale lo mismo que otro acerca de
un ataque letal contra civiles”.
Las redes crean
así una ilusión de ´democratización´ de los contenidos, posibilitando que se
clasifiquen, o, en fin, que se jerarquicen, a partir de cualquier criterio,
lícito o ilícito, moral o inmoral, confesable o inconfesable”. Subraya
que el problema lo han alimentado los propios gobiernos, instituciones
democráticas, lideres utilizando las redes. Todo a merced de señor o señores
privados, dueños de las redes que pueden decirle a un gobierno que no publica
tal o cual información porque no les da la gana. Algo peligrosísimo. “Saldremos
de esto con un proceso de signo contrario…”, destaca con cierto optimismo, “el
tipo de proceso para salir de estas situaciones es que los usuarios dejen las
redes, los propios periodistas, y sean conscientes de que ahí solo
van a encontrar bulos y banalidades, porque las noticias verdaderas deben estar
en los medios profesionales que observan las reglas del periodismo,
escrupulosamente”.
El periodista
Francisco Flores de Canal Sur Radio y Televisión es otro admirador de la
sabiduría de su paisano: “Es un referente
intelectual. Posee un gran angular que le permite diseccionar de forma
extraordinaria la política y a la sociedad española. Nunca olvida su conexión
con Antas”.
Ridao echa de
menos el pasear por su Antas, la capital de la cultura del Argar, y dialogar
con sus amigos de toda la vida. Es actualmente cónsul general de España en
Buenos Aires, tras ser embajador de España en la India durante el periodo
2021-2024. Licenciado en Derecho y Filología Árabe y forma parte de la Carrera
Diplomática desde 1987. Desde sus tiempos juveniles se le recuerda como un
voraz lector, aunque los veranos estuvieron marcados por sus rutas de ocio en
Mojácar, pero la lectura y la escritura, siempre están presentes en un
intelectual crítico, reflexivo y atento a las novedades globales que mecen el
mundo. Ridao, al que hace unos años me tocó presentar, junto a Juan Goytisolo,
en La Chanca, que se hizo diplomático por Pablo Neruda, otro hijo de obrero
como su padre, leyendo Confieso que he vivido.
José María Ridao aportó su conocimiento científico el viernes en la sede del Instituto Cervantes, en Alcalá de Henares, ciudad natal de Manuel Azaña, el último presidente de la Segunda República. La duodécima edición de las Jornadas sobre la vida y obra de Manuel Azaña, bajo el título Cartas a Manuel Azaña, se clausuran el próximo martes.
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