El pasado miércoles y de forma improvisada mantuve una conversación con uno de los empresarios más activos y emprendedores de la provincia sobre su presencia en el mercado internacional. Su empresa tiene una notable presencias en África, por eso la conversación transcurrió por el cambio que experimentan algunos países de ese continente y su repercusión en Europa, España y Almería. Las líneas que van a leer son una transcripción libre de sus opiniones y seguro que les van a sorprender porque apenan a ser pragmáticos y no dejarse llevar por prejuicios o conceptos ya obsoletos y, por tanto, inútiles.
“Acabo de hablar con el presidente de la Cámara de Comercio de Algeciras y me ha confirmado lo que ya intuimos: el desarrollo de Marruecos es espectacular. El Tánger Med, el moderno puerto de Tánger es un polo de atracción cada vez mayor en el norte, mueven ya 15 millones de contenedores, nosotros poco más de cinco en Algeciras. Por otra parte, no olvides que Almería no es la única despensa de Europa, los productos marroquíes ocupan cada día más presencia en los lineales de los supermercados de Francia, Italia, Alemania o, no te sorprendas, de España. Sin ir más lejos el otro día me enviaron una foto durante Navidad en la que se puede ver como en el Carrefour de El Ejido se vendía tomate Cherry a un euro de la marca Azura, que es marroquí. Y esto no solo no va a reducirse, sino que va a aumentar.
Marruecos es un aliado estratégico fundamental en la geopolítica occidental. Esta realidad, nos guste o no, provoca que las decisiones para limitar la entrada de productos de origen magrebí en Europa no se vayan a producir, al contrario. Pero además de esta realidad de la geoestrategia, hay otra realidad: su capacidad de competir es inmensa. No solo por los costes salariales, que allí son muy bajos; también son competitivos porque en Marruecos no hay normas medioambientales que limiten la implantación de grandes explotaciones allí donde consideren y sean viables económicamente, aunque tenga un coste medioambiental. Podemos estar de acuerdo o no con esa situación, pero esa es una realidad que no podemos ignorar.
Marruecos no es un país medieval, es un país que se está modernizando. Durante los últimos años han aumentado en miles los kilómetros de autovías, se han modernizado las redes ferroviarias, los aeropuertos y, algo muy importante: muchos de sus jóvenes se han formado en las universidades europeas y americanas. Esto es así y quien no quiera verlo tiene o va tener pronto un grave problema .
¿Qué tenemos que hacer los almerienses ante esta realidad? Industrializar la provincia; no es lógico que en la provincia no tengamos ninguna gran empresa agroalimentaria, cosa que no sucede a poco más de cien kilómetros de aquí, en Murcia, donde hay decenas de empresas agroalimentarias. Otra cosa que había que hacer es aprobar después de cuarenta años de atraso los Planes Generales de Ordenación Urbana, los PGOU de suelo industrial y residencial. De 103 pueblos que hay en Almería, solo dos, Antas y Cantoría, tienen un Plan con un avance aprobado. Así es imposible. Un PGOU no puede tardar cuarenta años, insisto: cuarenta años, en aprobarse. Y luego está, obviamente la construcción de infraestructuras pendiente, como la llegada del AVE, y la modernización de otras, como el Puerto.
Estamos hablando de la situación de Almería, pero el problema lo tiene Europa, que no está tomando ninguna iniciativa en el tablero económico de un mercado cada vez más global. Pero el desarrollo no está solo en Marruecos, está también presente en otros países de África en los que nosotros trabajamos y conozco bien.
África está beneficiándose del interés de Estados Unidos y China, sobre todo de China, donde cada año salen seis millones de ingenieros al mercado y donde se han situado liderando la Inteligencia Artificial y la robótica.
Mira, Pedro, los chinos cada vez tienen más presencia en ese continente. Y no les molesta a los nativos, lo agradecen cuando les preguntas qué opinan de esa presencia. Aquí estuvieron Francia o Bélgica y nos colonizaron, se lo llevaron todo. Los chinos están actuando de forma distinta. Si es verdad, me dicen, pero mientras que los colonizadores europeos se lo llevaron todo y no dejaron nada, los chinos se lo llevan también, pero a cambio están construyendo grandes infraestructuras de comunicación, universidades, hospitales o colegios.
Esa estrategia inversora de China ha posibilitado que lleguen a Marruecos y otros países de África grandes inversiones, como por ejemplo en la fabricación de coches con Renault. Estudios solventes prevén que en 2030 nuestros vecinos del sur fabriquen los mimos coches que España, dos millones al año.
El mayor error que podemos cometer los europeos en general y los almerienses en particular es ignorar lo que está pasando al otro lado de nuestro mar y no aprovechar sus posibilidades. Pongámonos las pilas que el mundo es muy grande y los procesos de cambio muy acelerados".
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