Acabamos de estrenar un año que va a ser
determinante para Almería, porque nuestra ciudad va a ver confirmados o
próximos a finalizar importantes proyectos de mejora y transformación de los
que se ha venido hablando con insistencia en las últimas décadas. De un lado
tendremos un importantísimo impulso a una zona estratégica, como es el Casco
Histórico, que va a disponer ya de la Plaza Vieja remodelada, la recuperación
de las Casas Consistoriales, el nuevo mirador del Cerro de San Cristóbal sobre
los Jardines de la Hoya y la cada vez más renovada Alcazaba. Una espectacular
puesta en valor de nuestro centro patrimonial que va a conectar con la esperada
y necesaria obra de transformación del Paseo y su conexión con el Puerto, que
es sin duda un objetivo ilusionante y lleno de potencialidad.
Llevamos tiempo reuniéndonos con
comercios, taxistas, quiosqueros, hosteleros y residentes para lograr la menor
incidencia posible en cuanto a molestias de tráfico en los doce meses que están
previstos para esta actuación. La dividiremos en tres fases y siempre habrá una
posibilidad de acceso para el tráfico rodado, de manera que el proyecto de
Ciudad de Plazas permita que en 2026 sea posible volver a emplear el Paseo para
pasear de Puerta Purchena al Puerto. Evidentemente, sabemos que las obras son
molestas. Para amortiguar su impacto habrá información permanente a pie de obra
y, en paralelo, una serie de acciones consensuadas con los sectores más
afectados, como campañas de dinamización comercial, facilidades de parking, bonos
de descuento, etcétera.
Por otra parte, el soterramiento está
cada vez más cerca y ello va a liberar una gran cantidad de terreno que nos va
a permitir emprender una enorme transformación en nueve barrios de Almería,
para dar así más aire, más luz, más verde y más espacio a nuestra ciudad. Pero
las calles de Almería tienen la dimensión que tienen y a la hora de reordenar
el tráfico para poder hacer obras de tanto calado será necesario modificar
hábitos y rutinas a la hora de conducir y caminar. Sabemos que todas estas
actuaciones generan incomodidades, pero también sabemos que se trata de algo
inevitable si queremos seguir transformando, mejorando y embelleciendo Almería.
La normalidad que estamos viviendo con
los cambios producidos a causa de la eliminación de puentes por las obras del
soterramiento está demostrando que es posible asumir molestias puntuales a la
espera de un beneficio mayor para todos, porque es el mejor modo de que Almería
crezca, que genere más oportunidades para más gente, que se cree más empleo y
riqueza, que captemos y retengamos el talento, que sigamos siendo una ciudad
receptora de inversiones y que atraigamos a cada vez más gente que piense en
nuestra ciudad como escenario de sus proyectos personales y empresariales. De
hecho, Almería fue elegida recientemente como una de las cinco ciudades sedes
del Tour del Talento 2025, que organiza la Fundación Princesa de Girona.
Nuestra capital acogerá el evento del 10 al 14 de marzo, con más de 40
actividades que culminarán con la proclamación del ganador del premio en la
categoría de Arte.
En definitiva, 2025 se nos presenta como un año extraordinariamente ilusionante para Almería, en el que vamos a poder consolidar elementos y proyectos estratégicos en el objetivo del Ayuntamiento de mejorar y transformar continuamente la ciudad que tanto queremos. Para ello seguimos trabajando.
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