Andalucía no
sería reconocible sin el trabajo de los gobiernos socialistas, que levantaron
esta tierra en pie de igualdad con otros territorios de España, ambicionando
crecimiento, empleo, condiciones dignas para los mayores, derechos para las
mujeres y oportunidades para los jóvenes. En el robusto edificio del bienestar
social construido a lo largo de los años por el PSOE, los servicios públicos de
calidad han sido prioritarios. Sin embargo, estos años de Moreno Bonilla al
frente de la Junta de Andalucía, están torpedeando recursos imprescindibles,
como la sanidad pública, la educación o la dependencia. Y sucede ahora,
precisamente, cuando el Gobierno de Pedro Sánchez destina más fondos que nunca
a nuestra comunidad: 53.800 millones de euros más que en los siete años de
Mariano Rajoy y el Partido Popular.
En la Andalucía
de hoy, la figura de María Jesús Montero supone una puerta abierta a la
esperanza. Necesitamos su fuerza, su preparación y su inteligencia para
recuperar el Gobierno andaluz, devolver los servicios públicos al nivel de
calidad que nunca debieron perder y cerrar la brecha social que, ladinamente,
el PP ha ido abriendo entre los andaluces. Moreno Bonilla se ha plegado a los
intereses de una minoría de privilegiados que ha visto en los servicios
públicos el objeto de su negocio: hospitales, escuelas, universidades y
residencias privadas aparecen por doquier.
En la semana en
que celebramos el Día de Andalucía hay que decir fuerte y claro que María Jesús
Montero va a poner en marcha el proceso para dar mayor protagonismo a los
ayuntamientos, las administraciones que más aprecian los ciudadanos porque son
las que están más cerca de atender sus necesidades. Y se hará realidad porque
el PSOE lleva el municipalismo en su ADN.
Con María Jesús Montero vamos a recuperar las riendas del progreso, a insuflar recursos a nuestra sanidad pública -porque la salud es lo primero-, a agilizar y reforzar los servicios de dependencia, a devolver la ilusión a las familias sobre la educación pública, a atraer iniciativas que generen empleo de calidad y a hacer frente a uno de los principales problemas a los que se enfrentan los jóvenes como es el desproporcionado precio de la vivienda. Los almerienses, como el resto de andaluces, lo merecen y con Montero lo vamos a lograr.
