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Alcaldesa y mujer

Adriana Valverde
Portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Almería

Nos las prometíamos muy felices las y los almerienses con la llegada de la primera mujer a la Alcaldía de la ciudad, pero ya vemos que nuestras esperanzas de que la igualdad ocupara un lugar destacado en las decisiones que se adoptan en nuestro Ayuntamiento han sido vanas. La falta de empatía hacia las mujeres que sufren el machismo en todas sus versiones, desde las más sutiles hasta las más cruentas, es constante en la política de esta alcaldesa del Partido Popular.

Sólo así se entiende el que haya hecho coincidir las manifestaciones del 8 de Marzo con el Desfile de Carnaval, intentando invisibilizar la herramienta más poderosa que tiene la sociedad civil para reivindicar la igualdad de género, en la que se unen, un día al año, mujeres de todo el mundo.

Era de esperar. Primero cambiaron el nombre a la Concejalía de Igualdad, diluyendo las necesidades específicas de las mujeres en el cajón desastre de la 'Igualdad de Oportunidades'. Regalaron botes de desengrasante a las participantes en la Carrera de la Mujer. Es más, mujeres y niñas pasaron años participando en dicho evento a ritmo de reguetón, con canciones en las que se incitaba a la violencia machista, sin que ni ella ni ningún cargo del PP hicieran algo para evitarlo.

En su afán por anular las justas reivindicaciones de las mujeres que sufren violencia sexual, llegó a lanzar una campaña con la imagen de un menor y un eslogan absolutamente desafortunado, en el que se autorizaba el abuso infantil siempre que hubiera consentimiento de la víctima. Ese es el nivel.

Las políticas de igualdad de la alcaldesa se limitan a sufragar un almuerzo en la Caseta Municipal de la Feria, que cuesta en torno 30.000 euros, para dar contenido a sus redes sociales. Ésta es la sensibilidad de la alcaldesa ante los problemas a los que se enfrentan las mujeres en su día a día.

Y ahora, ¿qué persigue haciendo coincidir estos dos eventos de calado? ¿Deslegitimar la lucha feminista? ¿Reducir la participación? Sin duda, trata de desviar la atención de la causa feminista, minimizando el mensaje de unas manifestaciones en las que se hacen visibles ante la sociedad asuntos como la igualdad, la violencia de género, la brecha salarial o la discriminación.

Todavía está a tiempo de enmendar este atentado contra el sentir de la mitad de la población, que somos las mujeres, y mostrar respeto ante las manifestaciones del 8 de Marzo.

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