Cajamar es una
de las pocas entidades bancarias que mantiene una política expansionista aumentando
su presencia en nuevos territorios y, en consecuencia, abriendo nuevas
oficinas. Las sucursales abiertas al público en la actualidad rondan el millar,
la última de ellas en activo desde el pasado mes de enero en Pollença (Baleares). Durante el
año 2024 la red de oficinas se incrementó con una apertura en Bilbao, además de
dos nuevas oficinas móviles, mientras en 2023 se abrieron sucursales en Teruel,
Huesca y Tárrega (Lleida).
Según ha manifestado a Cope el presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde, en la feria Fruit Logistica, “hemos cerrado 2024 con un beneficio consolidado con 326 millones de euros. Es una buena cifra, pero lo que nos mueve y nos ilusiona no es tanto el resultado económico, sino esa proximidad con el cliente y ser un instrumento al servicio del sector agroalimentario. Afortunadamente, esos beneficios económicos que hemos obtenido han sido porque hemos incrementado nuestra presencia en el sector agroalimentario, ya somos un 16 % de la financiación del sector agroalimentario nacional, del sector primario. Vamos a abrir siete nuevas oficinas en España este año y estamos también dando servicios ya no solo la zona que nos ha visto nacer, que es el sureste de España, sino también a otras latitudes españolas donde antes no estábamos y que ahora mismo estamos abriendo”.
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