Crímenes Rurales
es el recién nacido—o, mejor dicho, el recién parido—primogénito literario. Seguro que así
lo dirían Las Amigas Estupendas, sin eufemismo alguno, si fueran ellas quienes realizaran esta crítica de su
propio libro en uno de sus podcasts. Porque quien siga sus episodios sabrá que
su lenguaje es natural y directo, mordaz, inteligente y nunca carente de
sentido de humor.
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Portada de 'Crímenes Rurales' |
Este es el
primer asalto al papel de las conocidas podcasters
de true crime Estela Cebrián
y Virginia de la Cruz. En Crímenes Rurales narran trece de los casos más famosos del crimen en España. Lo hacen
escribiendo con agilidad y sencillez, pero con una prosa impecable. Cuestión de
agradecer en esta vorágine productiva en la que se descuida bastante la
redacción y se antepone la trama.
Las Amigas Estupendas han demostrado con
esta primera obra ser tan brillantes escribiendo como hablando, tal como lo
hacen en sus sobresalientes pódcasts, que han enganchado a cientos de seguidores
conocidos como Estupenders.
Como ellas mismas nos han contado en alguna entrevista previa, lo que más les gusta es hablar y así lo exponen en la introducción del libro: "Estamos aquí para hablar de nuestro libro, que es algo que llevamos toda la vida queriendo hacer. Como diría nuestra idolatrada María Patiño: 'No dejes de soñar'".
Los relatos
están narrados con una perspectiva diferente a lo que vienen acostumbrándonos
otras obras y reportajes en profundidad sobre
crímenes. Como bien explican en el prólogo, “analizamos los
ángulos y las intersecciones de clase y de género que operan en el tratamiento
de estos famosos crímenes”. Aluden también a lo que ha supuesto el metoo a la hora de analizar crímenes que
ocurrieron décadas antes de qué el movimiento surgiera. Y así abordan, como
explican, la vulnerabilidad de la mujer frente a la violencia ejecutada por
hombres con perfiles reincidentes, conocidos en sus entornos por sus fechorías,
pero protegidos por la ley del silencio y el miedo.
Otro detalle a
destacar es la profundidad de cada caso, pero sin desperdiciar ni un milímetro
de tinta ni un gramo de papel. Se nota que tanto Virginia como Estela no solo
es que beban de mil fuentes para empaparse de los temas que tratan, sino que
poseen una memoria impresionante y tiran de sus propios recuerdos. Esto se
traslada en la impecable narración de cada una de las historias.
Tirando de
atrevimiento, y sin querer meter presión a las autoras, a las que ahora toca vivir
“su momento”, cabría esperar que Crímenes Rurales
no se quede como hijo único y que Estela Cebrián y
Virginia de la Cruz amplíen la familia con una secuela. En su debut en la literatura
han demostrado tener una excelente capacidad para transmitir con la palabra
escrita, tal y como lo hacen oralmente. Por ahora, recomendamos a los lectores,
aficionados o no al género de crímenes basados en hechos reales, que disfruten
de Crímenes Rurales, un buen libro de la creciente temática, pero que está
escrito para todo leyente.
Estela Cebrián es periodista y trabaja en la revista Lecturas. Virginia de la Cruz reside en Londres y trabaja en la BBC. Estrenaron su podcast Las Amigas Estupendas en 2021, situado entre los más valorados producidos exclusivamente por mujeres. Han contado con la colaboración del músico Pablo Tato como compositor de su sintonía.
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