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Machismo institucional

Adriana Valverde
Portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Almería

Lamentablemente hay quienes piensan que en nuestro país la lucha de las mujeres por la igualdad ha terminado, pero las estadísticas dibujan una realidad muy distinta. Las mujeres ocupan la mayor parte de los contratos a tiempo parcial y los puestos de menor responsabilidad por las dificultades que encuentran para conciliar la vida familiar y laboral. En cada hogar hay más mujeres que hombres cuidando de otras personas y el porcentaje de mujeres que realizan tareas domésticas a diario es muy superior al de los hombres: un 64% frente a un 44%.

Es imprescindible que desde el colegio niños y niñas sean educados en términos de igualdad porque los centros educativos no son espacios neutros, sino que reproducen un sistema social a pequeña escala donde la inclusión de los valores de igualdad, tolerancia y diálogo es altamente transformadora. Tan importante es apostar por la coeducación como por proteger a los menores en los entornos digitales frente a la pornografía y a la incitación a la prostitución, impulsando la educación afectivo-sexual basada en el respeto, la igualdad y la dignidad de las personas.

Por eso, indigna sobremanera que la alcaldesa de Almería, del Partido Popular, haya decidido otorgar uno de los galardones que concede el Ayuntamiento con motivo del 8-M, Día Internacional de la Mujer, a la directora de un colegio privado que segrega al alumnado por sexos. Como si de una broma de mal gusto se tratara, en el apartado de "Educación", los almerienses tenemos que aceptar que se premie a un colegio privado que refuerza antiguos estereotipos de género como el Altaduna, que ni siquiera tiene su sede en la ciudad de Almería.

Esta es la última afrenta de esa ola reaccionaria que ha puesto los derechos de las mujeres en su punto de mira, amparada por políticos como la alcaldesa de Almería, que subvenciona y premia a asociaciones manifiestamente antiabortistas, como Redmadre, y deslegitima la lucha de las mujeres, haciendo coincidir las manifestaciones del 8-M con el Desfile de Carnaval.

Las mujeres y las niñas constituyen la mita de la población y, por tanto, la mitad de su potencial, pero la desigualdad de género prevalece y estanca el progreso social. Por eso es vital que desde todas las instituciones se trabaje para que jóvenes y niñas alcancen sus objetivos en condiciones de igualdad. También desde el Ayuntamiento.

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