Mucha penitencia
le espera a la alcaldesa de Almería tras anunciar una bajada de impuestos
locales, con la excusa de paliar los efectos de la subida de la basura. Hablaba
la señora Vázquez de "tasazo de Sánchez" cuando la realidad es que la
basura sube porque en estos más de 20 años de mandatos del PP en el
Ayuntamiento no han sabido solucionar el problema de gestión de la basura en la
ciudad. La verdad es que una directiva europea, aprobada por el PP, obliga a
pagar a quien contamine y el Ayuntamiento de Almería ha sido sancionado por no
hacer bien su trabajo. Es decir, por no ser capaz de dotar a la ciudad de un
sistema eficaz, sostenible y limpio de recogida y reciclaje de basura y por eso
el recibo de la basura va a subir, en virtud de una directiva europea que es de
obligado cumplimiento.
Miente y lo
sabe. Prueba de ello es que todos los años el Ayuntamiento tiene que pagar más
de 2 millones de euros por enterrar miles de toneladas de basura en el
vertedero pues, como todos sabemos, nuestra planta de reciclaje se incendió en
2022 y a día de hoy todavía no se ha reconstruido. ¿Cómo es posible que una
ciudad de más de 200.000 habitantes carezca de una planta de reciclaje? ¿No se
pregunta la señora Vázquez dónde va a parar la basura de tantas familias y establecimientos?
Pero, además, es
mentira doble porque el anuncio de la bajada de impuestos no es más que una
puesta en escena con la que la señora Vázquez pretende lavar su imagen tras
haber propinado la mayor subida que se recuerda al IBI y al agua. Ya está bien
de jugar con los almerienses. Si hay margen para bajar los impuestos, ¿por qué
los subió en su día?
Nunca debió
subir ningún impuesto, si hubiera hecho una buena gestión del dinero público,
si renunciara al más de millón de euros que gasta al año en marketing y
postureo o si no tuviera que devolver dinero a la Unión Europa por no ejecutar
a tiempo los proyectos. Lo último: dos millones por no cumplir los plazos de
las obras del Katiuska y del Mercado de Los Ángeles.
En estos días de Semana Santa, de hermanamiento y de religiosidad, le pedimos que haga un acto de contención de su acostumbrado cinismo y otro de contrición para asumir su responsabilidad y reconocer que el "tasazo" proviene de su propio despacho y es fruto de su incapacidad para gobernar de forma responsable nuestra ciudad, cuyas consecuencias pagamos todos los almerienses.
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